Unicef envía 9.000 'kits' de protección a Liberia para hacer frente al virus

Unicef envió este jueves 9.000 ‘kits’ de protección a Liberia para hacer frente al virus que ya ha producido 3.500 contagios en ese país. Este es el primero de una serie de envíos aéreos que distribuirán un total de 50.000 ‘kits’.

Estos paquetes de ayuda han sido financiados por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la Paul G. Allen Family Foundation. Cada ‘kit’ contiene batas protectoras, guantes y máscaras, así como jabón, cloro y un pulverizador, junto a las instrucciones de uso y eliminación segura de los materiales.

Los ‘kits’ se entregarán a las familias en los centros de atención de ébola que se establecerán para permitir cuidar a los enfermos contagiados con la mayor seguridad posible lejos de sus hogares.

«Mientras estamos trabajando para conseguir urgentemente que las personas infectadas estén en lugares seguros para su tratamiento, este puente aéreo de kits de protección ayudará a garantizar que los centros y comunidades de cuidado de ébola tengan la información y las herramientas que necesitan para cuidar de manera segura a aquellos que se enferman», explicó Tim Callaghan, líder del Equipo de Asistencia y Respuesta para Desastres de Usaid.

Los centros de atención de ébola, cada uno con un número limitado de camas, se localizarán principalmente cerca de los centros de salud designados en Liberia. Los centros ofrecerán a los cuidadores familiares formación básica en el uso de los equipos de protección y materiales sanitarios suministrados a través de los ‘kits’, así como la eliminación segura de los elementos de desecho.

«Esta epidemia no tiene precedentes y combatirla requiere una respuesta extraordinaria. La primera prioridad es tener más instalaciones dedicadas al tratamiento de ébola y personal formado, pero hasta que esto ocurra, tenemos que apoyar los esfuerzos de la comunidad para cuidar de manera segura a aquellos que puedan estar infectados y cortar el ciclo de transmisión de esta enfermedad mortal», concluyó Sheldon Yett, representante de Unicef en Liberia.