10 consejos para comprar un coche y que no te la den

Seat Ibiza ha sido el coche preferido por los compradores del mercado de segunda mano en 2013, según datos del sector analizados por LeasePlan. Otros modelos atractivos para los compradores de vehículos de ocasión fueron Renault Mégane y Volkswagen Golf, así lo confirma un estudio realizado durante el último año por la compañía líder en gestión y administración de vehículos. Pero ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de comprar un coche? Coja papel y lápiz.

1. Planificar la compra con tiempo suficiente nos ayudará a definir claramente nuestras necesidades reales, así como a poder informarnos y comparar opciones en el mercado. Lo ideal sería partir de un rango de presupuesto sobre el que poder tomar una decisión racional y no emocional o forzada por las circunstancias.

2. El precio es fundamental, si bien esta variable es relativa a otras como la calidad, prestaciones, garantías, servicios o incluso la confianza que nos inspira el vendedor. No hay que pagar más de lo necesario, pero también es verdad que lo barato puede salir muy caro o hacer que nos arrepintamos de nuestra opción. Los buscadores especializados online nos ayudarán a obtener mucha información sobre el mercado en muy poco tiempo, aunque habrá que saber filtrarla adecuadamente.

3. La garantía mínima de 12 meses que concede la Ley es un argumento suficiente para comprar el vehículo en un establecimiento especializado donde nos atiendan profesionales de la venta. Si no fuera así y acudiéramos al mercado de particulares, sabemos que no nos amparará la Ley de Consumidores. En caso de contratar una ampliación de garantía, puede ser una buena inversión para el futuro, cuando el coche haya acumulado más antigüedad y kilometraje. Nunca se debe pagar un sobrecoste por una garantía legal que en la UE es obligatoria por un mínimo de 12 meses.

4. El kilometraje real del vehículo es algo difícil de demostrar, pero para tener la mayor seguridad posible pediremos certificado de kilometraje, libro de revisiones sellado o historial de mantenimiento.

5. También conviene conocer la procedencia u origen del vehículo: número de propietarios, si es nacional o de importación, el tipo de uso al que estaba destinado anteriormente (por ejemplo, alquiler, taxi o autoescuela). Basta con un sencillo informe de tráfico donde podremos ver si recaen embargos o multas sobre el vehículo. Los vendedores tienen también obligación de disponer de esta información y mucho más para los clientes.

6. Lo más difícil de valorar en un coche, su estado mecánico, es algo que solo se puede demostrar un documento acreditativo emitido por una empresa certificadora (hay varias en el mercado) o, en su defecto, del taller o concesionario donde ha sido revisado y este sea lo suficientemente amplio como para garantizar la ausencia de vicios o defectos. Si los hubiera, bastará con que sean conocidos por el comprador en el momento de la compra.

7. La parte estética del coche es lo primero que nos va a llamar la atención, esto es, el estado de la carrocería, llantas y neumáticos, los interiores, e incluso debería contar con una profunda limpieza/higienizado profesional. Pero para vehículos más seminuevos, estos deberían presentar una calidad suficiente para poder ser asegurados a todo riesgo en cualquier compañía.

8. Firmar un contrato de compraventa que cumpla con todos los requisitos legales, así como una descripción precisa del bien, incluyendo un anexo con su estado general, de mecánica y de electrónica, siempre da la oportunidad de reclamar en caso de problemas.

9. Las garantías comerciales son ofrecidas por determinados vendedores profesionales, sobre todo bajo el paraguas de los programas de VO de las marcas más representativas del país. Su objetivo es aumentar la confianza en el producto, como por ejemplo la garantía de cambio o devolución en un plazo de días y/o kilómetros.

10. Por último, detalles de última hora como la ITV en vigor, los gastos de cambio de titularidad o de envío a domicilio pueden incrementar considerablemente la factura. El precio de venta debería ser idealmente un precio con los impuestos y los gastos incluidos, en caso contrario se debe hacer constar. La transparencia no siempre ha sido el punto fuerte del sector.