La selección de Francia será el rival de España en la final de la Liga de Naciones que se disputará el próximo domingo en San Siro después de remontar a Bélgica (2-3) en una increíble segunda parte que estuvo liderada por el tándem Benzema-Mbappé, que fue letal para los ‘diablos rojos’, merecedores también del billete para el duelo definitivo.

Allí estará el combinado galo, que volvió a vencer a Bélgica como ya hiciese en las semifinales del Mundial de 2018. Esta vez lo hizo con grandes dosis de sufrimiento y con un tanto salvador de Theo Hernández, que batió a su excompañero Thibaut Courtois con un disparo seco y cruzado que dejó sin argumentos a los de Roberto Martínez en el minuto 90.

Todo empezó de forma bien distinta. Bélgica fue una apisonadora en la primera parte y bailó a una Francia que no encontraba la forma de frenar el vendaval ofensivo de su rival. De Bruyne fue el primero en avisar, pero no fue hasta el minuto 37 cuando llegó el primer tanto de la noche tras una jugada personal de Carrasco que acabó ajustando a la base del poste ante la estatua de Lloris.

Tres minutos después llegó el 2-0 tras un disparo violento de Lukaku que entró por el palo corto del portero francés. El golazo hizo volar a una Bélgica que llegó a perdonar el tercero justo antes de enfilar el túnel de vestuarios. Sin embargo, todo cambió en el segundo asalto, cuando Francia dio un paso al frente para intentar remontar a la desesperada.

El talento de su tridente de ataque, especialmente con Mbappé y Benzema, fue vital para su recuperación. El que estuvo más lejos de su nivel fue Griezmann, sin la eficacia de sus compañeros, pero siendo también parte del engranaje del mejor ataque del panorama internacional. El jugador colchonero fue el primero que desperdició un pase de Mbappé en el corazón del área.

Lukaku, minutos antes, remató mansa una volea dejando con vida a sus rivales que, finalmente, sacaron tajada en una acción del ariete del PSG, que acabó culminando Benzema con un reverso de pívot y un disparo ajustado. El gol hizo creer a los bicampeones del mundo y sirvió para generar las dudas en una Bélgica venida a menos y más retrasada en su área. Cuatro minutos después llegó el segundo tanto de los franceses.

Se requirió el VAR para apreciar una clara patada de Tielemans sobre Griezmann y Mbappé, con rabia, fusiló a Courtois para dejar el 2-2 y enviar el partido a su tramo final. Todo podría haber ocurrido, aunque lo más normal hubiese sido una prórroga. Pero hasta en dos ocasiones los protagonistas hicieron por impedirlo.

El primero fue Lukaku, a quien le anularon un gol por fuera de juego en el minuto 88, y después -ya sin intervención de la tecnología- tras un zurriagazo de Theo Hernández que acabó con cualquier opción de los belgas. Francia demostró su potencial y no falló a los pronósticos pese al buen momento de su rival. Este domingo, en San Siro, peleará por la segunda Nations League de la historia.