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Andalucía se queda a la deriva y la corrupción ya no importa

Un cambio y muchas incógnitas entre ellas la de con quién pactar. No me gustaría estar en el pellejo de una embarazadísima Susana Díaz, que está contenta sí, exultante si cabe, pero que tiene por delante lo que coloquialmente llaman los jóvenes «una buena comedura de olla». Los 47 escaños (ni más ni menos, que […]