Este domingo se han cumplido 50 años de la exitosa llegada de los Beatles a Estados Unidos.

Un trampolín a la fama al otro lado del Atlántico, que en un principio se había resistido a los encantos de los «Fab Four». Pero los Beatles llegaron a EE.UU. con una credencial más que respetable: su «I Want to Hold your Hand» acababa de situarse como número uno de todas las listas de éxitos mundiales.

Su desembarco en el nuevo mundo llegó de la mano de Capitol Records, que había invertido 40.000 dólares para promocionar a los de Liverpool, con un contrato que contemplaba tres presentaciones. La primera, la de aquel 9 de febrero de 1964, supuso el debut de los Beatles en EE.UU., con un directo en el programa de televisión «The Ed Sullivan Show». Y el éxito fue arrollador: consiguieron una audiencia récord de 73 millones de espectadores.

Las otras dos presentaciones tuvieron lugar los días 16 y 23 de febrero, con un promedio de 70 millones de espectadores. Unos días antes, el 11 de febrero Paul Mc Cartney, John Lennon, George Harrison y Ringo Starr dieron su primer concierto en el Washington Coliseum, ante 8.000 personas; el 12 el segundo, en el Carnegie Hall de Nueva York, delante 2.000 fans.

Y 50 años después, América -al igual que el resto del mundo- sigue rendida a sus pies.