Con ello evita de manera definitiva la amenaza del concurso de acreedores
La situación de Abengoa comienza a escalar blancos en la escala de color. La multinacional española ha alcanzado un principio de acuerdo con bancos acreedores y bonistas para cerrar su plan de reestructuración. Según informó el presidente de la compañía, Antonio Fornieles, en la junta general de accionistas, esta nueva establece sus necesidades de liquidez en 1.200 millones frente a los 1.500-1.800 millones anteriores.
«La Abengoa que se contempla en el plan de negocio acordado con los inversores y acreedores estará enfocada en su negocio tradicional de ingeniería y construcción, en el que la compañía acumula más de 75 años de experiencia, y de modo específico en los sectores de la energía y el medioambiente. Este negocio se combinará, de forma equilibrada, con el de proyectos en infraestructura de tipo concesional en sectores en los que Abengoa ha desarrollado ventajas competitivas, fundamentalmente de tipo tecnológico, lo que permite una mayor creación de valor en los proyectos», explicó Fornieles al respecto.
El objetivo, según Fornieles, es iniciar “una nueva etapa de Abengoa con una posición financiera estable que permita ejecutar el plan de viabilidad.
La inyección de nuevo capital es de casi 500 millones de euros, una cifra a la que hay que sumar los 515 millones de créditos ya inyectados y las comisiones e intereses correspondientes.
Aun con todo, falta por cerrar quienes pondrán los avales, que son de aproximadamente otros 250 millones, según informaron fuentes relacionadas con la empresa a Europa Press.
La intención es que el juez tenga en sus manos, antes del 29 de junio, la homologación de este acuerdo con al menos el 75% de las adhesiones necesarias. Con ello, esquivaría de manera definitiva la amenaza del concurso de acreedores.