El consejo de administración de ACS ha acordado la entrega de un dividendo flexible en el que los accionistas podrán escoger entre recibir nuevas acciones de la compañía o percibir el pago de 1,26 euros por acción en efectivo el próximo 8 de julio.

La proporción de derechos y acciones a recibir en el caso de elegir la primera opción todavía está pendiente de cálculo, pero será el 23 de julio la fecha en el que esas nuevas acciones comenzarán a cotizar en el mercado.

Según la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la constructora ha decidido ejecutar una reducción de capital paralela para que los accionistas que escojan el efectivo no vean diluida su participación en el capital social.

El calendario establecido por el consejo fija el 21 de junio como el último día en el que los títulos de ACS se negocien con derecho a participar en el dividendo flexible y el 30 de junio como el fin del plazo para solicitar la retribución en efectivo.

La última junta de accionistas ya dio ‘luz verde’ a este pago, que supondrá una ampliación de 426 millones de euros en caso de que todos los accionistas opten por nuevas acciones. El dividendo se pagará con cargo a reservas voluntarias, caja que ahora asciende a 2.542 millones de euros.

Esta operación está en línea con las actuaciones que viene realizando ACS desde el año 2012 y con la práctica en los últimos años de otras importantes compañías cotizadas, que cada vez más dan a sus accionistas la opción de elegir entre estas dos alternativas o una combinación de ambas.

El pago de julio del año pasado fue de 1,38 euros por acción y el anterior de 1,45 euros, por lo que el dividendo de este año es inferior al entregado en los dos últimos ejercicios. En 2020, último año completo, ACS ganó 574 millones de euros un 40,3% menos por el impacto que tuvo el coronavirus en todas sus unidades de negocio.