ACS, a través de su filial Iridium, y su participada Abertis podrían recibir una compensación de 1.731 millones de dólares (1.613 millones de euros) por la terminación anticipada por parte del Estado de Texas de su contrato para la operación de la autopista SH-288.
Así figura en el contrato firmado entre ambas partes en 2016, consultado por Europa Press, en el que se incluyen varias cláusulas que harían variar esa cifra en función del tráfico esperado y otros factores que se estudiarán durante los próximos seis meses.
El inicio de las operaciones tuvo lugar el 16 de noviembre de 2020, año en el que comenzó el periodo de concesión de 50 años. El contrato estipula que dos años después de esa fecha y antes de cumplirse los cuatro años, la compensación será de 1.731 millones de dólares.
Esta cifra va aumentando en tramos de dos años hasta alcanzar una compensación máxima entre el año 28 y 30 de concesión, con un factura a pagar a las empresas concesionarias de hasta 4.896 millones de dólares (4.562 millones de euros).
Por eso, el Departamento de Transportes de Texas ha encontrado el momento oportuno para ‘nacionalizar’ esta infraestructura, que un consorcio participado por la multinacional de Florentino Pérez amplió entre 2016 y 2020.
En 2020, la vía abrió en plena pandemia de coronavirus y la incertidumbre pesaba sobre el futuro de esta autopista. Sin embargo, una vez levantadas las restricciones, sorprendió el ritmo al que avanzaba el tráfico y la flexibilidad que tenía el activo para incrementar los peajes y, de esa forma, sus ganancias.
En concreto, el año pasado la tarifa máxima de peaje permitida creció un 14,9% y, para este 2024, ya se ha vuelto a disparar otro 15,2%. Con estos datos, las autoridades creen que el valor de la autopista está muy por encima del que esperaban al adjudicarla a un consorcio privado.
El jueves pasado, la comisión de transportes se reunió y dio su aprobación provisional a este plan. Poco antes de la reunión, ACS comunicó al mercado la celebración de esa reunión, destacando que se abriría ahora un periodo de seis meses para negociar esta terminación del contrato y evitarla.
La actual concesionaria, Blueridge, está participada al 43,2% por ACS y al 56,8% por Abertis (controlada a su vez al 50% por ACS). En cualquier caso, ACS esperaba rentabilizar pronto este activo, pero no encontraba el momento al crecer su valor casi constantemente.
El día en el que saltó la noticia, en Jueves Santo, las acciones de ACS cayeron un 3,15%, hasta los 38,78 euros por acción. Posteriormente, el viernes y el lunes, la Bolsa ha estado cerrada.