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Ainhoa Moreno, la artista que ha triunfado con la celulosa en Casa Decor 2024

El pasado domingo el Palacio de Trinidad de Madrid dio por clausurada Casa Decor 2024, cita indispensable para los interioristas y los amantes de la decoración. Entre todos los espacios ha destacado, en especial, la revolucionaria artista Ainhoa Moreno (Bilbao, 1986) cautivando a los visitantes con una oda a la celulosa. 

Hasta cinco piezas de la artista vasca, afincada en Madrid, han tenido presencia en los espacios de Atmospheras (Encarna Alcaide), Delamora (Vonna Studio) y Nais (Devesa y Agenjo Interiorismo). Las obras realizadas, a partir de celulosa convertida en auténticas piezas de arte que trascienden lo convencional, desafían las fronteras de la creatividad y la innovación. Estas piezas en cuestión están repletas de belleza y significado, invitando a los visitantes de Casa Decor a reflexionar sobre la naturaleza efímera de la materia y la profundidad de la expresión artística. 

La presencia de Ainhoa Moreno en Casa Decor 2024 se ha convertido en una experiencia inspiradora y memorable, destacando su habilidad para fusionar materiales tradicionales con una visión contemporánea única. Sin duda, una promesa cumplida en Casa Decor 2024.

Del hiperrealismo al arte abstracto: quién es Ainhoa Moreno

Aunque la pintura y la escultura son dos disciplinas que ha trabajado desde que tiene uso de razón, no es hasta hace algunos años que se ha atrevido a convertir su pasión en su oficio. Dejando atrás la ingeniería y la construcción, Ainhoa decide volcarse íntegramente en el arte para innovar con estilos y materiales.

Inicialmente, su obra se ha caracterizado por un marcado hiperrealismo, pero es en plena pandemia cuando ha evolucionado al estilo abstracto. La celulosa en 2020 se ha convertido en su fuente de inspiración y su principal materia prima. Y es que durante el confinamiento Ainhoa, quien acumulaba múltiples bolígrafos en su casa, no tenía láminas para pintar. Y es por esto por lo que ha empezado a experimentar con el papel en todas sus vertientes: desde el papel higiénico, pasando por papel maché, cartones o incluso papel japonés.

Durante estos años, se ha centrado en investigar este material, dándole una segunda vida al papel, abogando por la sostenibilidad y el arte circular. La artesanía como metodología de creación y la flexibilidad para el cliente son los dos pilares principales de su filosofía. Y es que si algo tiene el arte abstracto, como explica Ainhoa, es que “cada uno puede proyectar sus emociones libremente sin que a uno se le imponga un sentimiento o idea”. Aunque para evitar “l’art pour l’art”, se adapta a las necesidades de cada cliente e interiorista, no sin abandonar la impronta de Ainhoa Moreno, un sello inigualable que prevalece en todas sus creaciones.

El blanco en todos sus matices es un punto de partida en gran parte de las piezas de la artista vasca afincada en Madrid. Ainhoa recuerda la mítica obra Blanco sobre Blanco de Kazimir Malevich (1916) en donde en dos tipos de blanco puede aparecer a la vista un sinfín de gamas de blancos. En este sentido las obras de celulosa de Ainhoa también aglutinan diferentes tonos y texturas que ofrece un infinito campo de placer para la vista de aquel que deleita una obra de la artista. 

La asimetría, el juego con los volúmenes, la oda a la naturaleza, la profundidad o la geometría no definida son algunos rasgos que presentan sus obras, aspirando así a provocar una sensación de fluidez, movimiento y sensación de infinito libre de ideas para que cada observador aporte sus emociones a la obra. “El arte no está en la obra, sino en los sentimientos del que observa la obra”, explica, dándole sentido a la tesis de que sus creaciones son un mar infinito de posibilidades para el espectador.

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