Al menos 23 personas han muerto este lunes después de que hombres armados les obligaran a bajarse de varios buses y camiones en el distrito de Musajail, ubicado en la provincia de Baluchistán, en el centro de Pakistán.
Los hechos han tenido lugar durante la noche. Los atacantes han disparado contra los pasajeros después de haber sido identificados. Posteriormente, han prendido fuego a los vehículos en los que viajaban. El comisario adjunto de Musajail, Najeeb Kakar, ha señalado que la mayoría de las víctimas son de Punja, informa ‘Dawn’.
Se trata del segundo ataque de estas características que se produce en esta región en los últimos meses, después de que en abril nueve pasajeros fueran forzados a apearse de un autobús a su paso por la ciudad de Noshki y posteriormente asesinados después de que hombres armados revisaran sus documentos de identidad.
El portavoz del Gobierno de Baluchistán, Shahid Rand, ha condenado el ataque y ha asegurado que los atacantes aprovecharon la oscuridad de la noche para cometer unos crímenes que podrían estar motivados por el origen étnico de la víctimas.
El presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, y el primer ministro, Shehbaz Sharif, se han apresurado a condenar lo que han calificado de «terrorismo», prometiendo a su vez que los responsables «enemigos de la nación» serán «severamente castigados».
«Los terroristas responsables del incidente de Musajail serán castigados. La guerra contra los terroristas continuará hasta que se elimine por completo el terrorismo del país», ha enfatizado Shehbaz.