El tenista español Carlos Alcaraz se medirá este viernes, no antes de las 14.45 (Eurosport y DMAX), con el italiano Jannik Sinner, en un duelo de presente y futuro del tenis mundial por un billete a la final de Roland Garros, un premio gordo que hace más atractivo si cabe un duelo estelar.
Como no podía ser de otra manera, el clásico moderno de la ATP no ha tardado en repetirse en una ronda decisiva, como anterior antecedente la semifinal de Indian Wells con triunfo español en marzo. Alcaraz levantó el Masters 1000 californiano pero poco después cedió el número dos del mundo a Sinner, campeón en Miami.
Así viene siendo el toma y daca entre dos adolescentes de 21 y 22 años, con dos ‘Grand Slam’, US Open (2022) y Wimbledon (2023), ya el murciano y uno, el pasado Abierto de Australia, el de San Candido, que están labrando una rivalidad que parece tomará el testigo de la era del ‘Big Three’ en busca de las cotas más altas. Al Abierto de Francia llegaron ambos con dudas por sendas lesiones, pero la tierra parisina les ha devuelto a su mejor versión.
Al de El Palmar se le vio vacilar en segunda ronda contra el neerlandés Jesper De Jong, pero después ha sido un rodillo en la Philippe Chatrier, de noche y de día, siendo Stefanos Tsitsipas su última víctima en cuartos. Alcaraz olvidó de una vez su lesión en el antebrazo derecho que le hizo disputar sólo cuatro partidos de la gira sobre tierra antes de París, los de Madrid.
El murciano, en su segunda ‘semi’ consecutiva en Roland Garros tras la que cedió, tocado físicamente, el año pasado ante Novak Djokovic, tiene un desafío personal a gran escala. El pupilo de Juan Carlos Ferrero está ante otra oportunidad de reivindicar una carrera de récord a su edad, capaz de reconocer los nervios de medirse al número uno en París y, un mes después, vencerle en una épica final de Wimbledon.
Los problemas físicos, quizá demasiados a sus 21 años, han lastrado a un Alcaraz sin el ritmo ideal en el segundo tramo de 2023 y con sólo Indian Wells en su palmarés desde la hierba de Londres. La tierra de París, donde puede alimentar además la llamada del tenis español a suceder a Rafa Nadal, le ofrece la ocasión de ganar regularidad entre los mejores y acercarse al número uno.
La cima, de hecho, la tendrá desde el lunes Sinner. El italiano saldrá de la capital gala como número uno del mundo, tras caer Djokovic sin jugar en cuartos de final, lesionado en su rodilla derecha el partido anterior. A sus 22 años, el transalpino rubrica así una remontada a pulso como una máquina de ganar, rozando las Finales ATP y levantando la Copa Davis como broche del 2023.
Sinner siguió intratable este curso con un 15-0 que empezó con su ‘Grand Slam’, la conquista del Abierto de Australia. Su primer freno fue, precisamente, Alcaraz, en Indian Wells, pero en la gira europea sobre tierra se encontró con un problema en la cadera que fue creciendo hasta su retirada en Madrid. Con mucho dolor, más que el físico, el italiano se tuvo que bajar de Roma y hubo muchos rumores sobre que no llegaría al segundo ‘grande’ de la temporada.
Con un camino más asequible que el español, Sinner ha ido sólido hasta la semifinal, con el único flojear contra el francés Corentin Moutet en octavos, el último ídolo local en caer. El martes, el de El Palmar y el de San Candido alcanzaron 50 victorias de ‘Grand Slam’ y este viernes será el noveno enfrentamiento entre ambos, el que romperá un 4-4, para buscar ambos su 14º título.
La historia de uno no se entiende sin la del otro, como les ha pasado durante dos décadas a Djokovic, Nadal y Roger Federer. En 2022, Sinner se impuso en octavos de Wimbledon, pero Alcaraz salvó una bola de partido en cuartos del US Open que terminó conquistando. Amigos y rivales, sólo puede quedar uno, que jugará contra el alemán Alexander Zverev o el noruego Casper Ruud la final de Roland Garros.