Hay que fomentar que la población desarrolle un sentido de la responsabilidad y tome consciencia de la necesidad de poner el foco de atención en los problemas medioambientales que afectan al planeta
El pasado domingo 26 de enero se celebró el Día Mundial de la Educación Ambiental que, un año más desde 1972, promueve y conciencia sobre la importancia de cuidar y proteger el medio ambiente.
La comercializadora energética cántabra Aldro se suma a este día haciendo hincapié en educar a la sociedad para que tome conciencia sobre la realidad del planeta e incidiendo en la educación ambiental como el camino para crear valores y actitudes desde la infancia para un uso racional de los recursos naturales.
En esta línea, Aldro cuenta con Aldro Zero, que opera exclusivamente a través de energías limpias, procedente de fuentes 100% renovables, ofreciendo el máximo ahorro en la factura energética mientras cuida el medio ambiente.
En aras de este compromiso con la sostenibilidad, para Aldro la educación ambiental tiene que convertirse en la base de un nuevo estilo de vida que se vertebre en torno a tres acciones: reciclar, reutilizar y reducir.
Todo el mundo piensa que uno solo no puede hacer nada en el día a día, pero cada acción suma y aporta, y de ahí la importancia en educar en la necesidad de llevar una vida sostenible.
Para cumplir con estos objetivos, Aldro ofrece una serie de consejos:
Reutilizar antes de seguir consumiendo: comprar ropa de segunda mano, restaurar los muebles para darle una segunda vida, donar libros escolares, participar en colectivos de trueque.
Reducir: sobre todo energía y agua, ya que ambos son recursos que deben consumirse de manera responsable. Usar electrodomésticos energéticamente eficientes, consumir la energía de manera responsable y no desperdiciar agua son algunos de los patrones de comportamiento que se recomienda adoptar. De la misma manera hay que reducir los residuos que se generan en el día a día evitando los plásticos haciendo la compra con bolsas de tela y adquiriendo productos a granel sin empaquetar.
Reciclar: existen muchos materiales que pueden ser reciclados tales como el papel, cartón, vidrio, etc. Hay que aprender a qué contenedor hay que echar cada tipo de residuos, así como la basura orgánica o restos de comida, que se pueden utilizar para convertirlos en compost o abono.
Educar en el respeto al entorno: aprender a cuidar y valorar la naturaleza (animales, plantas, aire, agua, suelo), pero también a las diferentes culturas y tradiciones respetando a los demás.
Otros medios de transporte: utilizar más el transporte público, la bicicleta e incluso caminar ayuda a proteger el medio ambiente pues se reduce la emisión de partículas contaminantes.
Comprar alimentos de temporada y de kilómetro cero para combatir el cambio climático con el fin de producir un ahorro de la energía utilizada en el transporte, reducir el desperdicio alimentario y de productos elaborados industrialmente y ser conscientes de las limitaciones ambientales.
Apagar las luces y desconectar todos los aparatos eléctricos que no se estén utilizando. De esta manera se hará un consumo responsable de la energía ayudando al ahorro en el hogar.
Aldro es consciente de que educar a los más pequeños en el respeto al medio ambiente contribuye a mejorar la salud de la sociedad, su calidad de vida en el futuro y la salud del planeta en general. Hay que sensibilizar a la población y hacerles partícipes de acciones como las anteriormente mencionadas, para que todos sean conscientes del uso de recursos ecológicos, económicos y sociales además de ayudarles a comprender lo que significa consumir y la responsabilidad de cada uno de ellos en el futuro.
Fuente Comunicae