El principal objetivo de la propuesta de reforma fiscal de la llamada comisión Lagares es que la economía española “vuelva a la senda del crecimiento”. De esta forma defiende ese texto uno de los miembros del comité de expertos y también catedrático de Hacienda Pública de la Universitat Abat Oliba (UAO CEU), Juan Corona.
En una entrevista en Gestiona Radio, Corona defiende incluso una de las propuestas del informe a la que el gobierno ya ha dicho no: la doble imposición por vivienda. “Algunas medidas de las que hemos propuesto pueden ser políticamente impopulares”, señala y recuerda que la Comisión Lagares lo que ha hecho es “un informe técnico”. El catedrático de Hacienda Pública también argumenta que han trabajado “con un entorno de hace un año” y deja la puerta abierta a suavizar algunas de sus propuestas. “Si la tendencia económica es, como parece, al alza se va a recaudar más y si se recauda más se pueden aplicar las reducciones de impuesto directo que hemos propuesto y apretar un poquito en los impuesto indirectos”, señala. El consejero de Hacienda también recuerda que en el año en el que se pondría en marcha la reforma, en 2015, se “se espera un incremento de la actividad”.
Corona también apunta al problema del gasto público en España. El catedrático explica que el informe lo han elaborado teniendo en cuenta un porcentaje del 44% sobre el PIB pero que, si el gobierno cumple con sus compromiso, debería bajar hasta el 39.7% en 2016, algo sobre lo que él se muestra optimista. “Con 5 puntos menos de gasto público las posibilidades son enormes”, advierte.
El catedrático de Hacienda Pública incide en la necesidad de que el gasto público se sitúe por debajo del 40% del PIB. En este sentido, reconoce que su propuesta estaba “condicionada” por la situación actual de las cuentas públicas. “En las últimas décadas España tenía un gasto publico entre 36 y 38%, nos parecería correcto volver a esa senda”, apunta.
“Euro perdido, euro ganado”
El consejero de Hacienda Pública explica los objetivos de la reforma en dos fases. La primera de ellas sería la “reducción compensada de impuestos directos con impuestos indirectos” ya que es necesario “para respetar la suficiencia de la recaudación”.
Las segunda fase de la reforma sería llevar a cabo “una devaluación fiscal” con la finalidad de “de abaratar el coste del factor trabajo”. Respecto a esto, Corona opina que “los resultados de estas evaluaciones siempre son positivos en términos de creación de empleo y de crecimiento PIB”. “Los sistemas fiscales pueden recaudar lo razonablemente justo sin generar desincentivos para la actividad económica”, y de este modo poder “reducir más la tarifa del IRPF”, sostiene.
Sin embargo el experto del informe reconoce “tener la sensación de que nos ha faltado algo de tiempo”, ya que si este encargo se hubiese realizado dentro de tres años tendrían “una situación de déficit más relajada” y no tendrían ”la restricción de tener que mantener la recaudación” ya que “no tendríamos los condicionantes del monstruoso déficit generado en el 2006 “.