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Pepe Álvarez reducirá la cabeza de ‘la UGT del siglo XXI’

El nuevo secretario general abre la mano a todos para hacer útil la acción sindical

Con el toque tan particular provocado por el cansancio que se esconde tras la emoción. A las 13:00 Pepe Álvarez, se subía al atril del Pabellón Multiusos del Complejo Duques de Pastrana, en Madrid, para pronunciar su primer discurso como secretario general de UGT, tras cuatro jornadas en las que el expreso sindical ha debatido sobre un «necesario» cambio de vía.

Un congreso «intenso que ha durado día y noche» y que ha servido para renovar el espíritu de un sindicalismo de todos, que parte del trabajo en común y que «es un patrimonio de la clase obrera de este país». Apelando a la lealtad de los afiliados, en un discurso integrador, Álvarez ha tendido la mano al conjunto de las organizaciones con el objetivo de que la acción sindical sea «una herramienta cada día más eficaz al servicio de los trabajadores y trabajadoras».

La estrategia del cambio pasa, en primer lugar por un «plan de ahorro» del que no ha dado detalles pero que implica de facto «la reducción de la cabeza del sindicato para que los recursos lleguen donde tienen que llegar que son los afiliados y las afiliadas».

El recién estrenado secretario general de UGT ha insistido en que la transformación es una «continuidad» del debate que arrancaba en el 41 congreso hace cuatro años. «Es un punto y aparte para profundizar en las estructuras del sindicato porque estamos en el siglo XXI».

Un seguir el camino en el que todo aquel que forme parte de la organización tendrá cada vez más protagonismo, «cualquier acuerdo se someterá a referendum de los delegados y delegadas en nuestras listas. Ha llegado el momento de avanzar en la participación».descarga

Proximidad que se llevará a pie de calle, y que tendrá entre sus pilares «defender a las pequeñas y medianas empresas que trabajan para las grandes».

Transparencia

Entonando el mea culpa y con el objetivo de «poner a cada organización en su sitio», Pepe Álvarez se ha comprometido a recuperar la transparencia «hay que movilizarse y explicar qué se hace, por qué se hace, en qué condiciones y para qué emplea los recursos públicos».

En este sentido ha hecho especial énfasis en el desarrollo de un «plan de viabilidad» que recoja de forma inexorable la finalización de la relación laboral con el sindicato a partir del momento en el que culminen los convenios.

Un proceso en el que se «han puesto las estructuras para el sindicato del siglo XXI» y en el que será decisiva la reducción de las federaciones a la mitad, aspecto sobre el que ha aclarado «no vamos a centralizar el sindicato. Avanzar a tres federaciones es un proceso de sectorialización de nuestras organizaciones, de todas».

Reconocido el error ha querido enviar un mensaje de apoyo a la confederación andaluza «estamos orgullosos de nuestra organización».

Criminalizar el sindicalismo

No han faltado mensajes directos a la actitud para con los sindicatos por parte de los grupos de presión empresariales y políticos de los distintos países de la Unión Europea llegando a afirmar que «ha habido una campaña para criminalizar al sindicalismo. El capital sabe que para arrebatarnos nuestros derechos primero tienen que acabar con las organizaciones sindicales».

Punto este en el que se ha lamentado de la falta de proactividad de la confederación europea de sindicatos, «no me siento identificado con la UE tenemos que recuperar la europa de las personas» y ha animado a continuar en la línea de impulsar la negociación colectiva y el aumento de salarios para «redistribuir la riqueza».

También en materia internacional ha criticado el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea (TTIP), «es absolutamente infumable. No queremos que sin debate, ni sin tener conocimiento pleno nos impongan un tratado que nos va a cambiar la faz de nuestro país».

Políticas en cascada

Respecto a las propuestas que debatirán bajo el marco de la negociación con el futuro Gobierno la hoja de ruta pasa por la defensa de un sistema educativo no excluyente, con un contrato de relevo y en el que la FP Dual sea «fundamental y se ponga al servicio de la transformación de este país».

España debe caminar hacia un nuevo modelo productivo en el que se desarrolle un «plan estratégico por la industria» enfocado a la creación de nuevos puestos de trabajo en sectores productivos que vayan más allá del turismo, la hostelería y los servicios, que eviten la dependencia de factores coyunturales. «La economía del viento no es futuro ni es presente y no sirve nada más que para pasar un rato con mucha hambre», apostillaba.

Como no podía ser de otro modo, otro de los hitos será superar la precariedad del empleo y la defensa del estado de bienestar, «es un gran momento para que el sindicalismo pueda poner encima de la mesa cuestiones que las hemos dicho con carácter general».  Todo ello mediante «políticas sociales polivalentes que sumen de una administración a otra y caigan en cascada».

Emociones y ausencias

En la parte más emocional del discurso, Álvarez ha alabado la labor de un Nicolás Redondo, presente en el auditorio y sobre el que ha dicho que representa «la historia viva del sindicalismo, siendo un ejemplo de ética y de saber hacer». Asimismo también ha querido reconocer las aportaciones tanto de su antecesor en el cargo Cándido Méndez como de Gustavo Santana con el que trabajará mano a mano por la nueva UGT.

Por otra parte cabe destacar las ausencias de miembros del Gobierno, la de algún representante de la patronal de empresarios, así como la de Pedro Sánchez, el líder del Partido Socialista, que en palabras de sus segundo, César Luena, no ha podido asistir «por motivos personales».

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