El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, consideró este martes que “recuperar” el sistema público universitario es “imprescindible” para que en el futuro no se produzcan situaciones como la ocurrida con el máster del presidente del PP, Pablo Casado, que “parecen bastante estúpidas”.
En una entrevista en RNE recogida por Servimedia, el líder de UGT no quiso pronunciarse sobre la situación de Casado, después de que se haya elevado al Tribunal Supremo la causa relativa al máster que obtuvo en la Universidad Rey Juan Carlos, donde la jueza Carmen Rodríguez-Medel ve indicios de que se le pudo conceder «sin actividad académica alguna».
Álvarez se limitó a decir que “hay mucha experiencia en las cosas que han pasado en nuestro país en el pasado y el señor Casado sabrá qué es lo que tiene que hacer”.
En cualquier caso, señaló que la Universidad, y en particular la Rey Juan Carlos, “debe ser consciente del daño que ha hecho al sistema universitario” y lamentó que “vamos a tardar mucho tiempo en recuperarlo”.
BANCA
Pero el secretario general de UGT no habló solo del sistema universitario, también arremetió contra la banca, calificando de “prepotente” e “indigno” que la banca “amenace” con trasladar a los usuarios el coste de un nuevo impuesto para este sector.
Álvarez señaló que “en absoluto” van a pagar los ciudadanos el nuevo impuesto a la banca y afirmó que el Gobierno “tiene la obligación de hacer una ley que regule cómo y de qué manera la banca cobra a los usuarios por utilizar los bancos”.
El líder sindical señaló que “una parte muy importante” de los beneficios del sector bancario procede de la obligación de depositar el dinero en las entidades y “el Estado tiene que garantizarme que no se abuse de mí” en esa actividad.
IMPUESTO DE SOCIEDADES
Por otra parte, el responsable de UGT consideró que la propuesta del Gobierno para que haya un tipo mínimo en el Impuesto de Sociedades del 15% va en una línea “positiva”. Indicó que la “inmensa mayoría” de las empresas del Ibex-35 pagan un tipo en Sociedades de menos de dos dígitos y “muchas están en torno al 2%, me parece un escándalo”.
Asimismo, desde el sindicato se planteó que las empresas tecnológicas que facturan “mucho” y tienen «muy pocos» trabajadores trasladen una parte de sus beneficios a las arcas del Estado y “lo justo sería que fuera para la Seguridad Social”.