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Amaral "Los músicos no tenemos ningún problema en pagar impuestos hasta el infinito y más allá"

«Si tus ojos son un faro has peinado el horizonte sólo con mirar», intuyo a quién pertenecen porque de ser así explicaría la profundidad de la mirada de Eva. Frente a ella, la luz que desprende «Aguirre» bajo su característica gorra, hoy color gris, que dibuja su personalidad. Llevan «toda la vida» dejándose llevar y «no nos planteamos mucho más… Hemos hecho todo a golpe de corazón… Muchas veces no hemos racionalizado…». Ella pone la voz mientras Juan asiente, hoy sin guitarra

Eva, que protege su garganta con una bufanda estilo escocés, dice con tono pausado y algo temeroso «nosotros no sabemos nada de economía»… «Yo tampoco y mírame», replico… En ese momento nos reímos y le doy al botón rojo del maldito I-phone, que se convierte en uno de esos «Laberintos» y me juega una mala pasada (¡echo de menos la clásica grabadora!)… Menos mal que la libreta y el bolígrafo nunca fallan…

En un torreón como el de aquella «princesa dormida» a la que cantaban en Gato Negro Dragón Rojo, Amaral me recibe para hablar de economía, cultura y Nocturnal, su nuevo álbum. Tras la oscura y reveladora portada, 14 temas caracterizados por  “descubrimientos sonoros y el aprendizaje» en los que además habláis de enseñar, de prevenir, de advertir… «No tenemos ninguna vocación de enseñar a nadie», explica Eva. «Nos consideramos un poco desastres, incluso nuestra forma de crear es un poco caótica por lo que no estamos como para dar lecciones a nadie. Nos sentimos a gusto en ese caos que para nosotros es una situación de inestabilidad muy inspiradora». La normalidad inunda nuestra conversación a tres y me resulta curioso lo que acaba de afirmar porque sois ejemplo para muchos niños y jóvenes… «Somos ejemplo porque somos parte de una cadena», afirma Juan, «nosotros hemos aprendido de otros músicos que nos han precedido y a su vez aprendemos de otros amigos nuestros. La música es un viaje de aprendizaje…»

Hablando de aprendizaje, ¿creéis que es necesario evolucionar en la formación musical de las nuevas generaciones; incluso ampliarlo a géneros más allá de la Clásica y la Ópera?…  Aguirre responde «estaría bien que se entendiese en los coles que es un medio de expresión como la literatura… En ese sentido la educación es muy importante…» Eva es aún más contundente, «la verdad es que sí. Es muy importante desde la base hacer llegar la música a las generaciones nuevas. Además está demostrado que la música tiene grandes beneficios sobre la formación, la capacitación y los valores de los niños y además no sólo en el ámbito de la clásica sino también en otro tipo como el que hacemos nosotros». Precisamente Amaral apoya la iniciativa creada bajo el hastag «queremos entrar» con la que se defiende que los menores puedan acceder a las salas de conciertos… «Es una gran contradicción que en las salas de conciertos no se permita la entrada de menores porque se vende alcohol mientras que en las cafeterías si pueden entrar y sin embargo también se vende alcohol, por tanto no es una justificación.

Tras la educación el siguiente paso es el emprendimiento. Sois emprendedores y tenéis vuestro propio sello, Discos Antártida… ¿qué es lo más difícil de emprender?  «La verdad es que nunca tuvimos vocación de tener un sello. Discos Antártida era un paraguas bajo el que cobijarnos o una bandera bajo la que editábamos nuestra música» aclara Juan. «Empezamos a tocar en nuestras casas, luego en bares y un día nos propuso grabar discos Virgin. A partir de ahí el proyecto empezó a crecer, pero más que por la compañía fue el boca a boca lo que hizo que tuviésemos una base de seguidores fiel. Cuando desparece Virgin, continuamos con la manera de funcionar de antes, editando los discos, pero con nuestro propio sello. Fue un tránsito normal porque en el pasado les entregábamos los discos ya hechos». Un recuerdo de sus comienzos tras el que apunta que «también hay que tener en cuenta que nosotros sólo editamos nuestra música, no nació como una actividad empresarial. Entre otras cosas porque no tenemos tiempo».

Hemos hablado de emprendimiento y de formación, vamos a pasar a otro tema más escabroso dentro de la economía, impuestos, más concretamente, IVA cultural… “Como colectivo los músicos somos más que solidarios. No tenemos ningún problema en pagar impuestos hasta el infinito y más allá si con eso solucionásemos la situación que está viviendo el país” recalca Eva, quien se lamenta de que “esta subida del IVA no ha recaudado más dinero y ha destruido el tejido de base en la cultura”. A este respecto Juan profundiza… “Hay que dejar claro que esto no es una opinión de un solo sector y que afecta más a la cultura de base, a las pequeñas salas que es donde se cuecen las nuevas formas de expresión. Yo pediría a la gente que se ocupe de esto que piensen que la música, el arte, la cultura no somos sólo los nombres conocidos. La mayoría de los músicos de nuestro país tocan en pequeñas aforos… Hay que tener sensibilidad hacia ese mundo.”

Viendos a vosotros y otros grupos, me surge una duda, de si es un tópico eso de que los músicos no tienen ni para comer… «No», afirma con rotundidad Eva. «Casi todos los músicos tienen otro trabajo, se dedican a la música en sus ratos libres y lo que gana de su trabajo lo invierten en la música, desde los instrumentos hasta los locales de ensayo. Incluso sorprendentemente en algunos grupos que son conocidos por el público en circuitos de música alternativa.  Mucha gente piensa que te has metido en la música para forrarte y es lo contrario “era una afición que no te llevaba a ningún lado” y por la que estabas dispuesto a apostar todo lo que tenías… Te hacía disfrutar y sentir algo especial… Si hubiera sido por dinero hubiéramos tenido muy poca visión de futuro. Que nuestro proyecto se haya hecho tan conocido es una absoluta lotería». En definitiva, la música no es rentable… A Juan le brillan los ojos cuando responde «la rentabilidad se busca desde  otro punto de vista, más de realización de lo personal».

Con la aparición de plataformas como Spotify, I-Tunes, ¿estamos viviendo una ‘Revolución’ en la música?… «Vivimos en una época en la que la comunicación es cambiante por el entorno digital nuevo en el que vivimos. Internet lo ha cambiado todo. Hay modelos del pasado que han desaparecido. Para mi es un error entrar a valorar esta transformación en términos de bueno o malo. Ha habido cambios en la historia de la humanidad que ahora mismo no nos planteamos si fueron para bien o para mal… Sencillamente nos hemos adaptado a esos cambios, y aquí ocurre lo mismo. Es como cuando surgió la guitarra eléctrica, la imprenta, el fonógrafo…», aclara Juan. «Fue y de manera inexorable…», apostilla Eva… Aún así, continúa Juan, es pronto para valorar los efectos… Todo se está regularizando y normalizando»… Pero las redes dan más margen a la piratería… «El mundo virtual es relejo del físico. Las falsificaciones, las copias ilegales han existido siempre…» comenta Eva.

Ahora que entramos en periodo electoral qué pedís al nuevo Gobierno…  Juan vuelve a ahondar en la idea de que quienes manejan las cifras y legislan «tengan en cuenta que hay mucha gente que llevan a cabo una actividad a pesar de lo duro que es económicamente», a lo que Eva, mirando al futuro añade «que se legisle para favorecer el tejido de creación de músicos». Tras esos primeros acordes en forma de petición Juan continúa, «hay una gran parte de las actividades culturales (música, teatro, cine, literatura…) que no tienen la visibilidad que tienen los grupos o los artistas conocidos. Pediría que quien tenga que organizar esto no nos pregunte a nosotros», matiza Aguirre, «que pregunten a los técnicos de sonido y de iluminación, a la gente que se ocupa de montar los escenarios, a los que reparan instrumentos, a los profesores de música… en definitiva a los que están en la sombra, gente que ama su trabajo… Que escuchen a la gente de la base, a la gente que está en el día a día… Que son los que de verdad sacan adelante el trabajo». Además, concluye Eva, «hay que hacer balance y rectificar sobre determinadas decisiones que hacen insostenible la creación, el emprender dentro del mundo de la cultura».

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Fotos: Javier Soto Azpitarte.

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