El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha reiterado la demanda de corregir el déficit fiscal catalán, que el Govern sitúa en 22.000 millones de euros anuales y que ha calificado de «crónico e injustificable», y ha reivindicado el buen momento que, según él, vive la economía de Cataluña: «Lo estamos haciendo bien».
Lo ha dicho este jueves durante su intervención en la 28 cena de la Nit de l’Empresa de Cecot, que se ha celebrado este jueves en el Teatre-Auditori de Sant Cugat del Vallès (Barcelona), y que ha contado con la presencia del ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática en funciones, Félix Bolaños, y el presidente de la patronal, Xavier Panés.
También han estado presentes la presidenta del Parlament, Anna Erra, los consellers Carles Campuzano, Joan Ignasi Elena y Roger Torrent; el delegado del Gobierno, Carlos Prieto; el alcalde de Terrassa (Barcelona), Jordi Ballart; el alcalde de Sant Cugat, Josep Maria Vallès, y el jefe de la Oposición, Salvador Illa, entre otros.
Aragonès ha pedido poner en valor «todo el esfuerzo de país, del tejido productivo, del empresariado y de los profesionales de la economía catalana» y ha asegurado estar, textualmente, orgulloso de la economía catalana.
«La economía catalana, en un contexto extremadamente difícil a nivel global, presenta buenas cifras, muy buenas cifras», ha insistido.
DÉFICIT FISCAL
El presidente de la Generalitat ha reiterado la demanda de corregir el déficit fiscal catalán, que el Govern sitúa en 22.000 millones de euros anuales y que ha calificado de «crónico e injustificable».
«Es imprescindible que el diálogo entre diferentes vaya seguido de un compromiso de eliminación del déficit fiscal», ha dicho parafraseando a Bolaños, que ha intervenido antes y que ha asegurado que el diálogo entre diferentes es imprescindible para hacer política.
Además, ha reclamado de nuevo el traspaso «integral» de Rodalies y poner, en sus palabras, en manos de la ciudadanía de Cataluña todas las herramientas para construir un futuro de prosperidad.
Ha afeado que los problemas de Rodalies se deben a «décadas de falta de inversión» y ha asegurado textualmente que desde la proximidad se gestiona mucho mejor.