La cotización de la diseñadora británica de microprocesadores Arm, controlada por el conglomerado japonés SoftBank, apunta a un desplome preapertura en el Nasdaq del entorno del 10% tras presentar unas previsiones anuales de ingresos por debajo de lo esperado por los mercados.

De esta forma, las acciones ADR de Arm comenzarían la jornada con caídas del 7,97% y se quedarían en los 97,62 dólares (91 euros) a pesar del ‘rally’ inversor hacia firmas vinculadas con la inteligencia artificial (IA). A comienzos de enero de este año, sus títulos estaban algo por encima de los 70 dólares (65,25 euros).

Para el año fiscal 2025, la empresa estima unos ingresos de entre 3.800 y 4.100 millones de dólares (3.542 y 3.822 millones de euros), o 3.950 millones de dólares (3.682 millones de euros) en su escenario central, inferior a las expectativas de los analistas de 4.010 millones de dólares (3.738 millones de euros).

De cara al primer trimestre, Arm espera que los ingresos se sitúen en el rango de los 875 a 925 millones de dólares (815,6-862,2 millones de euros). Por su parte, ha anticipado un crecimiento anual de la facturación de, al menos, el 20% para los ejercicios fiscales de 2026 y 2027.

En cualquier caso, la empresa, que obtiene ‘royalties’ por los diseños de microchips de cada semiconductor vendido, registró en el último trimestre del año fiscal 2024 un beneficio por acción ajustado de 0,36 dólares (0,34 euros) tras ingresar 928 millones de dólares (865 millones de euros). Esta cifra sí ha superado las previsiones de Wall Street.

Así, los ingresos por licencias aumentaron un 60% con respecto al mismo periodo del año anterior, hasta los 414 millones de dólares (385,9 millones de euros), mientras que los ‘royalties’ brindaron 514 millones de dólares (479,1 millones de euros), un 37% más.

«Muchas de las estrategias que pusimos en marcha hace un par de años están dando sus frutos», ha afirmado el consejero delegado de Arm, Rene Haas, en una entrevista a ‘Bloomberg’ recogida por Europa Press. El directivo ha añadido que está «muy entusiasmado» por las perspectivas de crecimiento a largo plazo de la compañía, máxime ante la intención de ampliar su presencia en el mundo de los centros de datos.