No corren buenos tiempos para Arturo Fernández, el presidente de los empresarios madrileños (CEIM). Ayer, a última hora de la tarde, se conocía que el grupo de restauración del que es dueño, Grupo Arturo Cantoblanco pedía el preconcurso de acreedores. La empresa fue creada por su abuelo en 1898, a finales del S.XIX; un negocio centenario que puede verse en breve en suspensión de pagos.
Este hecho ha sido solamente unos meses después de ser reelegido líder de la patronal, aunque haberlo hecho antes no habría sido una buena campaña de publicidad para su lucha contra Hilario Alfaro.
Todo el mundo conoce a Fernández y el logo de su empresa, incluso, alguno de los comensales que iban a sus restaurantes aun le recuerdan vestido de maitre dándoles la bienvenida y tomándoles nota. Esos tiempos son pasados, porque ahora el escenario es algo más complejo.
Imputado en el Caso Bankia
Es uno de los 33 exconsejeros de Bankia, investigado por el juez Francisco Andreu, a los que los atribuye supuesta falsificación de cuentas, administración desleal, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida. Aprobaron en consejo unas cuentas que luego parecieron no ser del todo ciertas cuando la entidad tuvo que se nacionalizada y rescatada con dinero público. El sistema financiero español estaba tiritando y los preferentistas pedían su dinero invertido.
En declaraciones al magistrado, el propietario de Cantoblanco decía que él había votado a favor de la aprobación de los primeros balances de Bankia en marzo de 2012 “casi sin mirar porque Deloitte decía que estaban bien. ¿Para qué las voy a leer?”. No lee Fernández la letra pequeña de estas cuentas que arrojaban números verdes, cuando en realidad más tarde, cuando Rodrigo Rato se fue, la entidad tuvo que pedir el rescate cuando estaba agonizando.
Es más, el presidente de la patronal de Madrid justificaba que creía en la viabilidad del proyecto, tanto es así, que “he invertido 30.000 euros en la compra de preferentes” una cantidad idéntica a que invirtió en este producto su esposa. Los abogados del vicepresidente de CEOE pidieron archivar su imputación por la escasa transcendencia de sus decisiones. Un recurso de apelación que ha sido rechazado en las últimas semanas. La sección tercera de la Sala de lo Penal de la AN rechaza el recurso diciendo que todos los miembros de un consejo con sus votos han decidido un hecho que se supone delictivo.
Dinero negro a sus empleados
Antes de ser reelegido patrón de los empresarios madrileños, Fernández fue acusado por parte de su plantilla se cobrar el dinero de las horas extra en negro. “En sobres” como decían los trabajadores de Grupo Cantoblanco. Pero la broma le salió cara porque tuvo que desembolsar cerca de 700 mil euros para poder ponerse al día con la Seguridad Social y con Hacienda.
Caso Anieri
Pero no es lo único turbio a lo que se ha enfrentado en todos estos meses. La patronal madrileña también se ha visto inmersa en dimes y diretes por la estafa de los cursos de formación. Es el conocido Caso Aneri, una trama de corrupción que diseñaba cursos de formación falsos para quedarse con 17 millones de euros provenientes de subvenciones públicas. Un caso en el que se ha visto involucrado un miembro de la CEIM, Alfonso Tezanos que fue detenido meses más tarde que Aneri por la misma causa. Desde el primer momento, Fernández y la patronal se desvincularon de esta trama fraudulenta.