Alrededor de 450.000 palestinos han huido de la ciudad de Rafá, ubicada en la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto, a causa del recrudecimiento de la ofensiva militar israelí contra la ciudad, incluida la toma del lado palestino del paso fronterizo y el incremento de las operaciones en el lado oriental, según ha indicado este martes la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).
«La UNRWA calcula que cerca de 450.000 personas han sido desplazadas a la fuerza de Rafá desde el 6 de mayo», ha señalado a través de un mensaje publicado en su cuenta en la red social X. «Calles vacías en Rafá mientras las familias siguen huyendo en busca de seguridad», ha agregado.
Así, ha recalcado que la población gazatí «hace frente a un agotamiento constante, hambre y miedo» y ha reiterado que «ningún lugar es seguro», en medio del aumento de los ataques del Ejército israelí en otros puntos del enclave y tras más de siete meses de ofensiva. «Un alto el fuego inmediato es la única esperanza», ha sostenido.
Israel ha intensificado sus ataques contra Rafá durante los últimos días, en lo que el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, describe como una «operación precisa» contra «batallones» del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), tal y como trasladó el lunes al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
De hecho, durante las últimas horas se han registrado nuevos ataques israelíes contra puntos de Rafá, incluidos el barrio de Al Geneina, lo que implicaría un refuerzo de las operaciones y un intento de lograr nuevos avances en la zona oriental de la ciudad, donde el brazo armado de Hamás ha confirmado combates.
En este sentido, las Brigadas Ezzeldín al Qassam han reclamado un ataque contra un vehículo blindado de transporte de tropas en el barrio de Al Salam, en el este de Gaza, así como nuevos ataques con proyectiles de mortero contra tropas desplegadas en el lado palestino del paso fronterizo, según el diario ‘Filastin’, vinculado a Hamás.
El Ejército de Israel ha incrementado durante las últimas semanas sus bombardeos contra Rafá y el 7 de mayo se hizo con el control del lado palestino del paso fronterizo, suspendiendo las operaciones humanitarias, lo que ha hecho aumentar la preocupación internacional por el ahondamiento de la crisis humanitaria en el enclave.
La operación contra el paso fronterizo fue lanzada después de que Israel rechazara una propuesta de alto el fuego previamente aceptada por Hamás y en medio de las advertencias de Estados Unidos sobre una suspensión parcial de la entrega de armas si acomete una ofensiva a gran escala contra la ciudad.