Así vive la realeza el coronavirus

Carlos de Inglaterr ha sido el último miembro de la realeza que ha dado positivo en coronavirus, antes Alberto de Mónaco y Carlos de Habsburgo-Lorena tambi´n ha sido

Carlos de Inglaterra «se encuentra bien», según ha informó este miércoles su residencia oficial de Clarence House.

El príncipe de Gales, de 71 años, presenta síntomas leves y, «por lo demás, está con buena salud», y su mujer, la duquesa de Cornualles, de 72, ha dado negativo.

El hijo de Isabel II permanece en cuarentena en Balmoral (Escocia), mientras que su madre, jefa de Estado, está en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres.

El heredero de la corona «ha manifestado algunos síntomas leves pero, por lo demás, está con buena salud y ha estado trabajando desde casa en los últimos días», se añade en la nota

Corren tiempos difíciles y todos toman medidas: unos se aíslan, otros envían mensajes institucionales y suspenden viajes y algunos participan en campañas sociales y caceroladas.

La reina Isabel II mantiene un protocolo de aislamiento en el Castillo de Windsor, en el condado de Berkshire.Hasta antes de la crisis del coronavirus, la soberana solía acudir junto a su marido, el duque de Edimburgo, a pasar los fines de semana a Windsor, una rutina con la que cumple Isabel II desde hace un tiempo.

Los duques de Sussex, que el próximo 31 de marzo dejan de ser miembros «senior» de la familia real británica, desde Canadá han escrito en sus redes sociales un mensaje de compasión. «Nos necesitamos los uno a los otros».

Pese a su positivo, Alberto de Mónaco no reviste gravedad, «sigue trabajando desde su oficina en su residencia, donde está en contacto telemático con los miembros del Gobierno», comunicó la Casa Grilmadi.

 La monarquía mantiene la calma y en la medida de lo posible continúa con su rutina diaria. El rey Felipe VI ha enviado un mensaje a los ciudadanos en el que ha pedido dejar de lado las diferencias y unirse todos en España en la lucha contra el coronavirus, una pandemia frente a la que ha lanzado un mensaje de esperanza: «Este virus no nos vencerá. Al contrario, nos va a hacer más fuertes como sociedad».

Al igual que don Felipe, el Gran duque de Luxemburgo, ha enviado un mensaje de concienciación a los ciudadanos. «Es el momento en que se requiere nuestra solidaridad nacional y hago un llamamiento a todos para que tomen la situación en serio y sigan también las medidas y recomendaciones», les decía.

En medio de esta crisis sanitaria que recorre el mundo, otra nieta de la reina Isabel II, la princesa Beatriz y su futuro esposo, Edoardo Mapelli Mozzi, se han visto obligados a cancelar sus planes de celebrar la recepción de su boda, prevista para el 29 de mayo,en los terrenos del Palacio de Buckingham.

Más activos y comprometidos con la sociedad se han mostrado Guillermo y Máxima de Holanda, junto con sus tres hijas las princesas Amalia, Alexia y Ariane, que han mostrado su apoyo al personal sanitario que, con mucho tesón y sin tregua, lucha contra el coronavirus.

Guillermo de Holanda y su familia, vestidos de modo informal y provistos con cacerolas, ha participado en el aplauso colectivo y cacelorada solidaria que cada noche homenajea a médicos, enfermeros y personal sanitario que trabajan para frenar el virus.

A su regreso de las vacaciones anuales de invierno en Noruega y en vista de la propagación del coronavirus, la reina Margarita de Dinamarca canceló todos los actos programados por su 80 cumpleaños.

La casa real danesa decidió cancelar todas las actividades y eventos en conexión con su 80º cumpleaños en abril, y «la participación de la Familia Real en otros asuntos en el programa oficial durante las próximas semanas ha sido igualmente cancelada».

Federico y Mary de Dinamarca y sus cuatro hijos han precipitado su regreso a Dinamarca después de que el pasado enero se mudaran a Suiza, donde los nietos de la reina Margarita estudiaban en una escuela internacional.

La Casa Real sueca, una de las que primero adoptó medidas de contención para evitar que la infección se propagase, suspendiendo una cena de gala que iba a celebrarse en el castillo real de Estocolmo con 150 invitados procedentes de todas las partes del mundo, ha abierto un protocolo para evitar el contagio y ha suspendido todos los viajes.

El rey Harald de Noruega se dirigió a toda la nación y reconoció que eran tiempos «extraños y aterradores» y que todos deberíamos asumir «la responsabilidad de prevenir la propagación de la infección».

Sin embargo, su hija, la princesa Marta Luisa de Noruega, siguió adelante con sus planes de reunirse con su novio, el chamán Durek Verret, y voló a Estados Unidos justo antes de que el gobierno decretara la prohibición de entrar y salir del país.

A su vuelta, ella y su tres hijas se encuentran en cuarenta, cumpliendo los protocolos de la sanidad noruega.