Según el último Informe Anual de Fedit, Federación Española de Centros Tecnológicos, se destacan tres datos significativos: el crecimiento del personal aumenta un 5% en los Centros asociados, principalmente técnico e investigador; el crecimiento del número de empresas cliente en un 2%; y los ingresos globales del colectivo se mantienen por primera vez en años (más de 243 Millones de Euros).
Por otro lado, estos datos positivos se han dado como resultado del esfuerzo de colaboración con el sector empresarial, además de sacrificar los proyectos de investigación a medio y largo plazo por otros más inmediatos de innovación aplicados a corto plazo en el mercado.
Esta situación se ha dado a causa de que en 2015 los Centros Tecnológicos han debido compensar el descenso del 7% de la financiación pública que reciben y que Fedit viene denunciado desde hace tiempo. Esta circunstancia no ocurre en otros países, donde las administraciones aumentan su apoyo a los organismos de investigación privados, y gracias a esta ayuda estos centros mejoran los indicadores de I+D y en la competividad de su industria.
Mientras que en estos países los Centros Tecnológicos consiguen unos fondos públicos del 60% impulsando líneas de investigación a medio y largo plazo. En España es al revés, el 66% de los fondos de los Centros proviene del mercado frente al 34% que viene de la financiación pública.
Con todo esto y para alejarnos más de la tendencia europea en materia de investigación, España pasa por un proceso de descapitalización tecnológica que amenaza las líneas de investigación para afrontar los retos tecnológicos del futuro.