Axa España redujo su beneficio neto un 60,7% durante el pasado año, hasta los 59 millones de euros, una cifra que, según la compañía, se explica por «el impacto de la decisión de mejorar las reservas técnicas» ante el aumento de la siniestralidad.
Durante la presentación de los resultados de 2013, el consejero delegado de la aseguradora, Jean-Paul Rignault, ha explicado que la compañía ha decidido aumentar las reservas técnicas porque se ha detectado un «deterioro de la siniestralidad», por lo que «no se puede mantener el precio de ayer para la siniestralidad del futuro».
Asimismo, Rigault ha señalado que la división española del Grupo Axa ha decidido «sacrificar el resultado técnico del presente para poder mejorar en el futuro».
Axa España ha reducido los gastos ordinarios de la compañía en un 8,5%, desde los 304,3 millones de euros hasta los 278,4 millones, lo que ha supuesto «un ejercicio de eficiencia y productividad, pero también de limpieza, al haber cortado gastos no necesarios».
El volumen de negocio de la aseguradora creció un 2,9% en 2013, hasta los 2.613 millones de euros, de los que 1.658 millones correspondieron al ramo de no vida (-4,5%), 290 millones al de salud y protección (-2,6%), y 665 millones al de ahorro e inversión (+31,4%).
Asimismo, la compañía ha querido subrayar que, a cierre de 2013, se alcanzaron los 5,4 millones de pólizas contratadas, frente a los 5,3 millones del ejercicio anterior, y la base de clientes estable se situó en torno a los 3 millones, lo que supone «un punto de inflexión al alza en la tendencia de crecimiento del negocio».
A nivel mundial, la facturación de la compañía alcanzó los 91.300 millones de euros, un 2% más, y obtuvo un resultado operativo de 4.700 millones, lo que supone un crecimiento del 18% respecto al ejercicio anterior.
Por otro lado, Axa ha resaltado que, con una inversión de 11.100 millones a cierre de 2013, la aseguradora se ha convertido en el mayor inversor extranjero en deuda soberana española.