Caixabank y Bankia apuntaron este viernes a bancos nacidos de otras fusiones en Europa que copan cuotas de mercado similares a las que ellos sumarán cuando culminen su integración para refutar que las concentraciones ‘per se’ impliquen un riesgo de competencia, informa Servimedia.
La entidad combinada dará lugar a un grupo con alrededor del 25% de cuota de mercado en crédito y el 24% en depósitos en España, donde Caixabank añadiría alrededor del 16% y Bankia el 8% restante, según detallaron el presidente de Bankia y del futuro grupo, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado de Caixabank y del grupo fusionado, Gonzalo Gortázar.
A título ilustrativo indicaron que el francés Crédit Agricole copa un 29% del mercado nacional, el holandés Rabobank un 33%, el luso Grupo Caixa Geral un 25%, el italiano Intesa-UBI un 21% o el británico Lloyds el 21%.
Gortázar explicó que dichas cuotas de mercado “son muy comunes” y casi no hay un país donde falte un jugador que “esté en estos niveles”, descartando que un proceso de concentración redunde directamente en un oligopolio en contra de los intereses del consumidor.
“Ha habido operaciones en España y algunas muy grandes y no se ha producido un problema de competencia en el mercado”, refirió. Una prueba de la alta competencia existente, a su juicio, son los bajos márgenes actuales del negocio bancario en España y que el pasado año, cuando no había crisis, mantenían hundida su rentabilidad en el 6%.
No obstante, admitió que la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) tendrá que efectuar un “análisis muy profundo, detallado y muy profesional” de la transacción, al que Caixabank y Bankia colaborarán aportando la información que precise.
Las entidades esperan completar su fusión durante el primer trimestre del 2021 una vez sea aprobada por sus Juntas de Accionistas y reciba el plácet de las autoridades correspondientes (Banco Central Europeo, CNMV, Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, etc).
Mientras tanto ambos bancos mantendrán su operativa independiente con estrategia comerciales diferenciadas y Goirigolzarri admitió que será en rivalidad, como hasta ahora, con la intención última de mejorar el negocio para clientes y accionistas.
El presidente de Bankia admitió sentir “mucha pena” por la desaparición de la marca Bankia, dado que gracias al esfuerzo de toda su plantilla ha logrado revitalizarla ya que había sido “muy tocada” con sus crisis, nacionalización y procesos judiciales.
En la elección de Caixabank como marca del nuevo grupo indicó que ha pesado que la marca Bankia “todavía tiene connotaciones negativas derivadas del pasado”, la de Caixabank está “mucho más asentada”, con una cuota superior a la de Bankia en el mercado y está íntimamente relacionada también su Fundación. Además, explicó que se desterró la opción de incorporar algún vestigio de la marca Bankia al logo común porque resultaba “costosísimo”.