El BBVA obtuvo un beneficio atribuido de 2.228 millones de euros en 2013, lo que supone un incremento del 32.9% en comparación con 2012 cuando ganó 1.676 millones. Además, durante el anterior ejercicio el margen bruto de la entidad superó los 21.000 millones de euros, al tiempo que redujo los indicadores de riesgo.
Concretamente, la tasa de mora del grupo cerró el ejercicio en el 4.6% con una cobertura del 59% sin contar con la actividad inmobiliaria en España. Un área en el que la entidad siguió reduciendo su exposición, incrementando el ritmo de ventas de inmuebles en un 43.2%, lo que no le salvó de obtener pérdidas por valor de 1.254 millones de euros.
Respecto a la liquidez, el BBVA redujo sus necesidades de financiación en 33.000 millones de euros y mejoró su balance gracias a la evolución positiva de los depósitos.
Desde el grupo señalan que la actividad bancaria se movió un año más en un entorno complejo que situó el beneficio atribuido en España en los 583 millones de euros, lo que supone casi un 50% menos que en 2012.
Para este año la entidad asegura que las perspectivas son favorables y que su posición para responder a la demanda de crédito es inmejorable.