BBVA ve «muy exigente» la senda de déficit del Gobierno para los próximos años

BBVA Research, el servicio de estudios de la entidad, considera que es “muy exigente” la senda de reducción del déficit público que se ha marcado el Gobierno en el Programa de Estabilidad y Crecimiento para el periodo 2019-2022 y que situaría el desajuste fiscal en el 2% del PIB este año para alcanzar el equilibrio en 2022.

Así lo señala BBVA Research en el ‘Observatorio Fiscal’ correspondiente al segundo trimestre de 2019, en el que destaca que el déficit público se ha deteriorado en los dos primeros meses del año por la moderación en el dinamismo de los ingresos públicos, mientras que el gasto mantuvo su ritmo.

No obstante, señala que el ciclo económico volverá a impulsar la recaudación impositiva en 2019, así como la mejora del mercado laboral contribuirá “positivamente” al aumento de los ingresos por cotizaciones sociales.

BBVA se refiere a la reciente actualización del Programa de Estabilidad que el Gobierno ha remitido a Bruselas para destacar que apuesta por la “flexibilización en la reducción de la senda de déficit” y muestra una continuidad de la dinámica expansiva del año anterior.

El servicio de estudios de la entidad considera que las previsiones del Gobierno, de incremento del ratio de ingresos públicos y decrecimiento en el gasto, son “alcanzables en el corto plazo, aunque requerirían un mayor esfuerzo de contención del gasto”.

En concreto, se estima que el impacto del conjunto de medidas anunciadas podría reducir el déficit de 2020 hasta el entorno del 1,5% del PIB. A partir de 2021, la evolución de los ingresos públicos propuesta “resulta algo elevada, dado el escenario macroeconómico utilizado y una sensibilidad de los ingresos al PIB más elevada que la estimada por BBVA Research”, según la entidad. Mientras, añade que “el ajuste del gasto esperado por el Gobierno está en línea con el escenario de BBVA Research, lo que puede resultar bastante exigente dado que incluye gastos no contemplados por BBVA Research”.

A medio y largo plazo advierte de que el mayor riesgo se centra en el hecho de que algunas de las medidas anunciadas consolidan un gasto mayor, lo que “ejerce una mayor presión sobre la necesidad de saneamiento de las cuentas públicas”.

En un contexto en el que el déficit todavía es elevado y, sobre todo, con un nivel de deuda pública sobre PIB próximo al 100%, “sería más deseable aprovechar los años de dinamismo económico para reducir la deuda, y recuperar margen fiscal necesario para hacer frente a los retos del envejecimiento”, según BBVA.

Mientras, si se considera un escenario sin cambios en la política fiscal, BBVA Research apunta que en el bienio 2019-2022 se corregirá el deterioro fiscal por la contribución del ciclo económico, aunque este efecto se verá compensado por el impacto de las medidas de gasto aprobadas a finales de 2018 y principios de 2019. De esta manera, BBVA prevé que el déficit público se sitúe en el 2,2% del PIB este año y en el 1,9% en 2020.