El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado este miércoles por primera vez que dejará de enviar armamento a Israel en caso de que inicie una incursión a gran escala en Rafá, en el sur de la Franja de Gaza, donde se refugian más de 1,4 millones de palestinos desplazados, al considerar que podría utilizarse para matar a civiles.
Biden ha sostenido que ha «dejado claro que si (las tropas) entran en Rafá», no les proporcionará las armas que «se han utilizado históricamente para tratar con el problema» en Rafá, como armas y proyectiles de artillería en su lucha contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
«Los civiles han muerto en Gaza como consecuencia de esas bombas y otras formas en que atacan los núcleos de población», ha declarado, haciendo referencia a la paralización del envío de 3.500 bombas por su impacto entre la población local, en una entrevista en la cadena de televisión estadounidense CNN.
En este sentido, ha señalado que el Ejército israelí todavía «no ha cruzado la línea roja» porque por el momento no ha «entrado» en zonas densamente pobladas, sino que se han limitado a tomar el control del paso fronterizo, si bien ha reconocido que esto «está causando problemas» con Egipto. Israel, por su parte, ha bombardeado Rafá de forma continua desde que comenzó la ofensiva, al igual que el resto de puntos de la Franja.
«Le he dejado claro (al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu) Bibi y al gabinete de guerra que no obtendrán nuestros apoyo si de hecho atacan estos núcleos de población», ha relatado. Le advirtió de los riesgos de esta situación, estableciendo paralelismos con las acciones de Estados Unidos en Afganistán e Irak.
WASHINGTON CONTINUARÁ PROPORCIONANDO ARMAS DEFENSIVAS
No obstante, el mandatario ha asegurado que, mientras que algunos envíos se interrumpirán en caso de que comience la invasión en esta zona del enclave palestino y ante la falta de un plan para los civiles, continuará proporcionando armas defensivas a Israel, incluido el sistema de defensa antiaérea.
«Continuaremos asegurándonos de que Israel esté seguro en términos de la Cúpula de Hierro –denominación de su sistema antiaéreo– y su capacidad para responder a los ataques que surgieron recientemente en Oriente Próximo. (…) No vamos a desentendernos de la seguridad de Israel, nos estamos distanciando de la capacidad de Israel para librar la guerra en esas zonas», ha aclarado.
En los últimos días, la Administración Biden ha confirmado que había paralizado el envío de un paquete de municiones a Israel debido a la toma del lado palestino del cruce fronterizo de Rafá, si bien había subrayado que seguirán «haciendo lo necesario para garantizar que Israel tenga los medios para defenderse».
Estos posibles cambios en la política estadounidense llegan en el marco de la campaña por la carrera a la Casa Blanca –las elecciones se celebran en noviembre– y en un momento en el que el conflicto en Oriente Próximo ha consumido el apoyo de la población durante su mandato, con manifestaciones propalestinas en los campus universitarios y con la etiqueta de ‘Genocide Joe’ (Joe, genocida).
El Ejército de Israel lanzó una ofensiva sobre la Franja de Gaza como respuesta a los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás, que dejaron 1.200 muertos y 240 rehenes. Desde entonces, las autoridades palestinas han notificado la muerte de más de 34.800 personas, a las que se suman otras 480 como consecuencia de las operaciones de las fuerzas de seguridad y de ataques de colonos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este.