El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha felicitado al hijo del exdictador filipino Ferdinand Marcos, ‘Bonbong’ Marcos’, por su victoria en las elecciones presidenciales en el país asiático y ha mostrado su disposición de trabajar con él para «fortalecer» los lazos bilaterales.

«Biden ha hablado con el presidente electo de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., para felicitarle por su victoria», ha dicho la Casa Blanca en un comunicado, en el que ha agregado que el mandatario ha mostrado su deseo de «expandir la cooperación bilateral en un amplio abanico de asuntos, incluida la lucha contra el coronavirus, la crisis climática, promover un crecimiento económico de base amplia y el respeto por los Derechos Humanos.

A las felicitaciones se ha sumado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que ha incidido en que Washington espera trabajar con el presidente electo filipino para «fortalecer la duradera alianza entre Estados Unidos y Filipinas».

«Nuestra asociación especial está arraigada en una historia larga y profundamente entrelazada, valores e intereses compartidos y unos fuertes lazos entre pueblos. Como amigos, socios y aliados, seguimos colaborando de cerca con Filipinas para promover el respeto por los Derechos Humanos y hacer avanzar una región indopacífica libre, abierta, conectada, próspera, segura y resiliente», ha defendido.

«Felicitamos a los millones de votantes filipinos que depositaron sus papeletas en estas elecciones y esperamos a la conclusión oficial del proceso electoral en muchas oficinas de las elecciones nacionales», ha apostillado Blinken, según un comunicado publicado en la página web del Departamento de Estado.

El propio ‘Bonbong’ Marcos dio el miércoles por segura su victoria en las elecciones presidenciales del lunes, en virtud de la amplia ventaja –de más de 16 millones de votos– de la que goza en recuentos que, por ahora, no son oficiales.

La victoria de ‘Bongong’ supone la vuelta de la familia Marcos al poder más de tres décadas después del final de una dictadura marcada por la corrupción y las violaciones de Derechos Humanos. El futuro presidente quiere sin embargo dejar atrás cualquier referencia histórica: «Juzgadme no por mis ancestros, sino por mis acciones», ha trasladado su portavoz.