El presidente estadounidense, Joe Biden, ha prorrogado este martes un año más las sanciones contra Rusia por representar una «amenaza» para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos en el marco de la guerra de Ucrania.
En concreto, la Administración Biden cita como razones para la prórroga las «actividades dañinas» por parte de Moscú «para socavar la celebración de elecciones democráticas, libres y justas» tanto en Estados Unidos como en países aliados.
Asimismo, alude a las «actividades cibernéticas maliciosas» por parte de Rusia; la «corrupción transnacional para influir en gobiernos extranjeros; las acciones «extraterritoriales contra disidentes o periodistas», así como «socavar la seguridad en países o regiones importantes para la seguridad nacional de Estados Unidos».
Finalmente, la Administración apunta en una orden ejecutiva a la violación de los principios establecidos en el marco del Derecho Internacional, «incluido el respeto por la integridad territorial de los Estados», en alusión a la guerra de Ucrania.