La gestora de fondos de inversión Blackstone se anotó unos beneficios netos atribuidos de 1.747,6 millones de dólares (1.604 millones de euros) en 2022, lo que supone reducir en un 70,2% el resultado contabilizado el año anterior, según se desprende de las cuentas anuales que ha publicado este jueves la entidad financiera.
El descenso en los beneficios de Blackstone se debe al impacto adverso en las cuentas de las inversiones, tanto las realizadas (cuando la posición se ha cerrado) como las latentes (cuando el valor del activo se ha reducido pero se mantiene en cartera).
El total de los ingresos de la firma en 2022 fue de 8.517,6 millones (7.818 millones de euros), lo que equivale a una caída del 62,3% de la facturación respecto del ejercicio precedente.
Los ingresos por comisiones y gestión crecieron un 22%, hasta 6.303 millones (5.785 millones de euros), mientras que las inversiones de Blackstone durante el año supusieron un impacto positivo en los ingresos 1.233 millones de dólares (1.132 millones de euros), un 92,6% menos.
Únicamente en el cuarto trimestre de 2022, los beneficios netos de Blackstone se redujeron un 60% frente al mismo periodo del año anterior, hasta 557,8 millones de dólares (512 millones de euros). Al tiempo, los ingresos disminuyeron un 70,4%, hasta 1.704 millones de dólares (1.564 millones de euros).
«A pesar de uno de los contextos de mercado más desafiantes de la historia, Blackstone cumplió con nuestros clientes en 2022», declaró Stephen Schwarzman, presidente y consejero delegado de Blackstone.
«Protegimos el capital de los inversionistas enfocándonos en los sectores correctos, lo que generó 226.000 millones de dólares (207.428 millones de euros) adicionales de entradas para el año, incluyendo 43.000 millones de dólares (39.466 millones de euros) en el cuarto trimestre», añadió.
Asimismo, subrayó que los activos totales bajo administración de la gestora alcanzaron un récord de 975.000 millones de dólares (894.879 millones de euros), un 11% más que el año anterior.
«Ahora tenemos un récord de 187.000 millones de dólares (171.633 millones de euros) de pólvora seca para aprovechar oportunidades de inversión convincentes en un entorno dislocado», añadió Schwarzman.