La extensión del uso del plástico, al no ser biodegradable, ha provocado contaminación en ríos, mares, océanos y distintos puntos del planeta. Por este motivo, han surgido alternativas más sustentables para remplazar este material. Por ejemplo, al usar una bolsa de tela, es posible evitar utilizar las que son de plástico, que además resultan poco durables y se desgastan rápidamente.
En este sentido, la marca Natinee Bags confecciona bolsas que están hechas 100 % de algodón y con alta calidad de impresión. De esta manera, no se sufren cambios a la hora de planchar o lavar. Esta empresa ofrece varios modelos de diseño propio y también coge pedidos personalizados, según las necesidades de los clientes.
Ventajas de las bolsas de tela de Natinee Bags
El algodón orgánico que emplea esta marca es un producto sostenible, ya que en su proceso de cultivo se evita el uso de pesticidas que contaminan la tierra. Por este motivo, se trata de un material respetuoso con el medioambiente. Además, una bolsa de tela confeccionada con esta materia prima es suave al tacto, muy resistente y fácil de personalizar.
La durabilidad de estas bolsas es muy superior a la del plástico y se adapta a múltiples usos. Sirven para ir al supermercado y también para la playa, para ir de paseo o para llevar objetos personales a cualquier otro lugar. Además, se trata de un artículo con estilo y una estética muy superior a las de plástico.
Por todos estos motivos, hoy en día muchas empresas emplean estos productos para promocionar su marca, obsequiándolas tanto a clientes como a proveedores o empleados. Las bolsas de tela pueden hacerse a medida, son funcionales y sirven para comunicar que una determinada compañía apoya el cuidado del medioambiente.
Natinee Bags y su proyecto en Tanzania y en Málaga
Actualmente, las bolsas confeccionadas por esta marca se fabrican en Nerja, Málaga. Tanto el corte, como la costura y el ensamblaje se realizan a mano. Cada bolsa tiene una durabilidad mínima de 2 años, dependiendo del uso y el cuidado que le dé el cliente.
La idea de este emprendimiento, dirigido por Natividad Gagneux, nació en Bagamoyo, un pueblo ubicado a 75 kilómetros de Dar es-Salam, la capital de Tanzania. En este lugar, Natividad se inspiró en su amiga y emprendedora Neema Msofe para crear la marca Natinee Bags, combinando el nombre de ambas.
Hoy en día, esta empresa destina un porcentaje de su facturación hacia un proyecto que consiste en montar una fábrica de confección textil en Bagamoyo para que las mujeres del lugar puedan aprender a coser y así ganar su propio salario.
Cada bolsa de tela elaborada por Natinee Bags es reutilizable y sostenible, y también cuenta con un proyecto solidario detrás.