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Boric jura el cargo para liderar Chile ante grandes desafíos políticos y sociales

El presidente electo de Chile, Gabriel Boric, jurará este viernes el cargo para liderar al pueblo chileno en un momento de grandes desafíos políticos y sociales, con la promesa de cambio y ante la incertidumbre del proceso constituyente, del que emanará una nueva Carta Magna.

Ante lo que supone para muchos una crisis de confianza en las instituciones, Boric y su Gobierno suponen la irrupción de nuevas formas de hacer política, una mayor pluralidad ideológica y una ruptura del sistema de partidos. Además, su Gobierno supera la paridad de género y cuenta con 14 ministras de los 24 miembros que lo conforman.

Boric, que se convertirá con 36 años en el presidente más joven de la historia de Chile, tendrá que hacer frente a una exigente agenda social derivada de las fuertes protestas que comenzaron el 18 de octubre de 2019 y que han puesto de manifiesto las graves desigualdades que atraviesa el país.

Para el exministro de Exteriores Heraldo Muñoz, el desafío es «muy importante». «A raíz del estallido social del 18 de octubre (…) se vieron las claras desigualdades que hay en este país y este es el principal desafío, cómo manejar esas aspiraciones y esperanzas», ha matizado durante un evento organizado por Casa de América.

En este sentido, ha puesto sobre la mesa las dificultades con las que el próximo Gobierno podría toparse, dado que «no va a tener la mayoría en el Congreso». No obstante, ha dicho tener «esperanza por lo que se viene». «Creo que hay inteligencia en el Gobierno para que esto ocurra y las primeras señales van a ser importantes en este sentido. Hay muchas cosas en juego. Hay que ver cuáles son las primeras políticas y con qué apoyo van a contar», ha insistido, si bien ha recalcado que «representa una nueva generación».

«Los desafíos son realmente formidables», ha explicado por su parte Leónidas Montes, director del Centro de Estudios Públicos (CEP), que también ha reparado en asuntos de seguridad, especialmente en La Araucanía. «No solo en lo político sino también en lo económico y, sobre todo, por lo que vemos en el proceso constituyente, donde hay señales preocupantes e inquietantes de que no se reforzará la democracia representativa», ha alertado.

Boric, que recibirá el testigo del conservador Sebastián Piñera, ya ha adelantado que «van a venir momentos difíciles de alta exposición y arduo trabajo, y será en esos momentos cuando más debemos actuar en equipo». El exlíder estudiantil, que ha colocado al frente del Ministerio del Interior a una mujer (Izkia Siches) por primera vez en la historia de Chile, ha defendido que tiene la convicción de que «un buen presidente no es el que está encima de sus ministros (…) sino el que les permite brillar y desplegar su talento».

Así, ha dicho ser consciente de que «la inmensa mayoría de los chilenos y chilenas demandan cambios estructurales, que hagan posible tener una vida digna en la que el lugar en el que uno nace no determine en el lugar que uno muere».

No obstante, la primera polémica ya está sobre la mesa: a tan solo un día de que el Gobierno tome posesión, la Justicia ha abierto un proceso judicial que salpica al que sería el futuro ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, que ha sido acusado de allanamiento de morada.

Esto ha llevado a la futura Secretaría de Comunicaciones (Secom) a monitorizar el caso para analizar el posible impacto del proceso judicial en cuestión sobre la imagen del nuevo Ejecutivo, según informaciones del diario ‘La Tercera’.

LA REFORMA CONSTITUCIONAL

Boric, que ha recalcado su intención de hacer de Chile un «lugar más justo», dio un salto en el mundo de la política durante el estallido social y se convirtió en uno de los firmantes del acuerdo político a favor de una nueva Constitución que sustituya la actual, que se remonta a la dictadura de Augusto Pinochet.

«La gran interrogante es la elaboración de la Constitución porque no sabemos cómo va a cambiar la configuración del Estado», ha afirmado Muñoz, que ha recordado que el Gobierno tendrá «problemas para implementar su programa». Por ello, ha indicado que lo importante es «aprobar una reforma tributaria que permita financiar las reformas sociales».

Sobre este punto ha defendido que aún así mantiene «cierto optimismo racional respecto al futuro e incluso el proceso constituyente», a pesar de que existen señales negativas sobre un posible retroceso. «Hemos sabido salir adelante en momentos difíciles», ha asegurado, pero ha subrayado la importancia del «diálogo», especialmente con las regiones.

Montes, por su parte, ha hecho hincapié en que «los gobiernos pasan, pero las constituciones se quedan». «El trabajo de la convención es importantísimo porque Chile está viviendo una crisis de confianza significativa. Todos teníamos una tremenda esperanza en este proceso y ese fue el inicio del proceso constituyente. El tema de la seguridad es una crisis del Estado de derecho», ha dicho.

Piñera, en su último discurso a la nación este miércoles, ha hecho balance de la gestión de su Gobierno y ha expresado su preocupación por el trabajo de la Constituyente, a la que achaca un afán «refundacional» e «identitario» desde distintos sectores.

«Chile no nace con esta Convención, Chile tiene una historia y nuestra nación es mucho más que la suma de sus partes. Debemos fortalecer y no debilitar la unidad del país, somos un país con diversas culturas y con diversas regiones, pero somos un solo país y todos somos chilenos», ha destacado.

El que dejará de ser el presidente chileno este viernes de forma oficial ha advertido de un posible debilitamiento del poder judicial en la nueva Carta Magna y ha incidido en la importancia de respetar las libertades y derechos de los chilenos.

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