Borrell afirma que el Gobierno no quiere «ser duro con una de las partes» en el conflicto de Venezuela para no «inhabilitarse» como mediador

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, mostró este jueves su convencimiento de que «sólo con sanciones» no se alcanzará una solución «razonable» asumible por todas las partes a la crisis que vive actualmente Venezuela.

Así se pronunció el jefe de la diplomacia española, durante su comparecencia en la Comisión de Asuntos Exteriores en el Senado, dejó claro que la posición de España sobre Venezuela es la misma que planteó ante el Parlamento Europeo la alta representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini: «la única solución posible a esta crisis es política y cualquier solución política ha de ser democrática y pacífica».

Afirmó que este posicionamiento de la jefa de la diplomacia europea es fruto del «análisis» que España ha hecho de la crisis en Venezuela y llamó la atención sobre la incoherencia del PP, que mostró su apoyo a la postura de Mogherini, pero mantiene su desacuerdo con el Gobierno, a pesar de que ambos opinan lo mismo sobre este particular.

Asimismo, comentó que actualmente alrededor de un millón de españoles reside en América Latina, lo que provoca que el Gobierno haya incrementado su interés y responsabilidad sobre lo que acontece en la región y le permitió subrayar su compromiso para «consolidar espacios de democracia y respeto al Estado de derecho» en los países que conforman la misma.

Sobre Venezuela, manifestó la importancia de mantener el contacto con todas los actores políticos del país para encontrar una salida a la «grave crisis» que vive el país caribeño.

Dejó claro que el Gobierno no quiere «inhabilitarse» para ser parte de ese diálogo y expuso que siendo «duro» con una de las partes se corre el riesgo de quedar «inhabilitado» para ser parte de la solución. Esto le sirvió para remachar que «sólo con sanciones no se alcanzará una solución razonable» en un plazo de tiempo asumible.