Brasil inaugura el Mundial de Fútbol 2014 en medio de huelgas y protestas. Echa a rodar el balón en el país del fútbol con los trabajadores de los aeropuertos de Río de Janeiro con convocatorias de paros de 24 horas para todo el día de hoy, al igual que los conductores de autobuses de ciudades como Fortaleza o Natal.
Todos éstos colectivos protestan por el Mundial considerado más caro de la historia, con una inversión pública de 6.700 millones, casi el doble de lo previsto, que además tiene partes sin terminar en algunas de sus instalaciones.
Y no son las primeras protestas a las que se enfrenta el Gobierno de Brasil, hace unas semanas los manifestantes protestaban contra este Mundial del Siglo XXi para los aficionados y el de la pobreza para los ciudadanos de Brasil que piden «menos Copa del Mundo y más inversión en hospitales, educación y transporte público».
Las autoridades han gastado 37.000 millones de dólares en la mejora de 12 estadios gastando 5 veces más de lo previsto cuando el Mundial podría haberse jugado en un total de 8 instalaciones. Con 246 dólares por noche, Río ya es la 3ª ciudad mundial con hoteles más caros del mundo según el Gobierno de Brasil, le siguen los 244 dólares por noche de Nueva York o los 196 de París.
Aviso del FMI
El FMI además ya ha avisado a Brasil con respecto a su mercado inmobiliario. Con la economía brasileña galopante, el país se ha convertido en uno de los lugares más caros del mundo, no solamente en cuanto a calidad de vida, sino también con respecto al precio de la vivienda que está por encima de la media histórica si se relaciona con los salarios y el precio de los alquileres. Desde el FMI han dicho que es una buena noticia que el mercado inmobiliario se reactive, pero que hay que tener precaución con este sector porque está lleno de vulnerabilidades que puedes llevar a las economías de los países emergentes como China, Brasil o Filipinas a una burbuja inmobiliaria insostenible.