La Comisión Europea considera que el Plan Presupuestario presentado por España para el año 2019 corre el riesgo de incumplir las exigencias del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Según informó la Comisión, la conclusión se basa en las previsiones económicas de otoño de 2018, que indican una desviación significativa de la senda de ajuste exigida hacia el objetivo presupuestario a medio plazo y el incumplimiento del valor de referencia transitorio para la reducción de la deuda en 2019.
El déficit global de España debería caer por debajo del 3% el próximo año, con lo que el país abandonaría el procedimiento de déficit excesivo, lo que significa que pasaría a ser objeto del componente preventivo del Pacto a partir del próximo año.
Por lo que respecta a Italia, tras examinar el plan revisado que presentó el 13 de noviembre, la Comisión confirma que se trata de un caso especialmente grave de incumplimiento de la Recomendación dirigida a este Estado miembro.
Como España, los planes de cuatro Estados miembros (Bélgica, Eslovenia, Francia y Portugal) presentan un riesgo de incumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento para 2019, de modo que podrían traducirse en una desviación significativa respecto de la senda de ajuste hacia el correspondiente objetivo presupuestario a medio plazo.
En el caso de otros tres Estados miembros (Eslovaquia, Estonia y Letonia), se considera que sus planes se ajustan en gran medida a las disposiciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento para 2019, aunque podrían dar lugar a cierta desviación respecto del objetivo presupuestario a medio plazo.
Por otro lado, en el informe sobre el mecanismo de alerta, que sirve de dispositivo para la detección de desequilibrios macroeconómicos, se han identificado trece Estados miembros que deben ser sometidos a un examen exhaustivo en 2019, entre ellos España. El resto son Alemania, Bulgaria, Chipre, Croacia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Portugal y Suecia, además de Grecia y Rumanía.
En las previsiones económicas de otoño, la comisión estimó que España cierre 2018 con un desequilibrio del 2,7%, una décima más de lo previsto anteriormente, mientras que en 2019 lo haga con un déficit del 2,1%, dos décimas más de desvío en comparación con las estimaciones de verano. Mientras, para 2020 la Comisión apunta que el déficit público se situará en el 1,9%.
Según Bruselas, sus previsiones se basaron en una evaluación cautelosa de las medidas incluidas en el plan presupuestario 2019 por el Gobierno, ante las “incertidumbres” con respecto al rendimiento de algunas de las nuevas medidas fiscales y sobre el impacto fiscal del aumento planificado del salario mínimo. Subrayó que además es ”posible que algunas de las medidas de gasto planificadas no se ejecuten por completo”.