Bruselas eleva al 2,8% la previsión de crecimiento para España

Las cifras de la Comisión son menos optimistas que las del Gobierno, que sitúa el PIB en el 2,9%

La economía española crecerá un 2,8 por ciento en 2015 y un 2,6 por ciento en 2016. Así lo ha explicado esta mañana Pierre Moscovici, el Comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea, durante la presentación de las previsiones económicas de primavera para este año.

Las nuevas cifras suponen una y tres décimas menos respecto a las presentadas por el Gobierno la semana pasada, aunque un avance considerable respecto a los datos de 2014, que situaron el crecimiento del PIB en un 1,4 por ciento.

La tasa de paro bajará al 22,4 por ciento este año y al 20,5 en 2016, muy lejos de lo que se prevé en la Unión Europea, que se situará en el 9,6 por ciento en 2015 y en el 9,2 el próximo año. En este sentido, Moscovici ha señalado que el mercado laboral está mejorando pero que el paro es “absolutamente inaceptable”, por lo que será su “única prioridad” para los próximos cinco años.

En cuanto al déficit, España no cumplirá con los objetivos que se pretendían alcanzar para este 2015, puesto que se situará en el 4,5 por ciento. “El déficit del 2014 resultó al final un 0,2 por ciento más de lo previsto. El punto de partida es peor de lo que se esperaba. Sabemos que hay año electoral pero eso no impide que se actúe”, ha declarado el Comisario, quien también ha defendido que el mal resultado de las finanzas públicas se compensará con el efecto positivo por la revisión al alza del crecimiento económico.

Además, la deuda pública seguirá en ascenso y cerrará este año en el 100,4 por ciento y en el 101,4 el año que viene, una estimación que difiere de las previsiones del Ministerio de Economía, que auguraba un descenso en los niveles de deuda en tasas inferiores al 100 por cien en el próximo año.

En el conjunto de la UE, la carga de la deuda bajará por primera vez hasta el 88,9 por ciento y el 94,9 por ciento en la zona euro. Este descenso es debido a una bajada del PIB nominal y la ratio de deuda en Estados ayudados por el mayor crecimiento y la bajada de los tipos de interés.

En cuanto a la inflación en la zona euro, se prevé que se mantenga por debajo de cero durante la primera mitad del año y que repunte durante la segunda mitad, que irá acompañada de una aceleración a partir de 2016 en la medida que la demanda interna se refuerce.

No obstante, el optimismo de la Comisión viene acompañado de riesgos que podrían suponer un impacto a la baja en el crecimiento futuro, como el conflicto abierto entre Rusia y Ucrania o la recuperación en los precios del petróleo, que daría lugar una pérdida de la ventaja en los bajos precios de la energía, lo que impactaría en la volatilidad de los mercados financieros.

Aun así, como ha asegurado Moscovici, se trata de la primavera más despejada desde hace años y la Comisión espera que el crecimiento continúe y no sea sólo cuestión de temporada. “Queremos que el crecimiento europeo y de la zona euro se instale de verdad, se consolide y permita reducir el paro”. Por ello, ha señalado que hay llevar a cabo procesos tangibles y reformas que siguen siendo indispensables. “La política que se está llevando a cabo está empezando a dar resultado, hay viento a favor y se está recuperando la vitalidad. La primavera económica ha llegado”.