La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, ha lamentado este lunes la falta de unanimidad de los Veintisiete para incluir las importaciones de gas procedente de Rusia, incluido el gas natural licuado (GNL), en los paquetes de sanciones en respuesta a la agresión a Ucrania.
«La solución más sólida es incluir el GNL y el gas natural por gasoducto en las sanciones, pero los líderes no tienen unanimidad al respecto», ha explicado la política estonia en la rueda de prensa tras el Consejo de Energía de este lunes, ya que, acorde a fuentes diplomáticas, países como Hungría jamás lo apoyarían.
Sin embargo, Simson ha recordado a los Estados miembro que el paquete del gas –pendiente de aprobación por el Parlamento Europeo– ofrece a los gobiernos una herramienta para restringir la entrada de gas ruso que propone aplicar para eliminar progresivamente las importaciones procedentes de Rusia.
Así lo ha indicado después de que varios ministros hayan respaldado una propuesta presentada por la delegación lituana que instaba a la Comisión Europea a presentar propuestas legislativas «urgentes» para garantizar el cese de las importaciones de gas ruso a partir del 1 de enero de 2027.
No obstante, Lituania ha indicado que finalmente «reducido su ambición» para «evitar divisiones», por lo que la petición inicial se ha rebajado a una llamada a redactar, dentro del paquete del gas, una orientación general que recomiende el abandono de las importaciones de GNL ruso.
«La Comisión ha dejado claro que está dispuesta a celebrar consultas para aplicar las disposiciones de ese paquete sobre el gas», ha precisado, por su lado, la ministra de Energía de Bélgica, Tinne Van der Straeten, que ostenta la presidencia del Consejo.
Fuentes conocedoras de la negociación han explicado a Europa Press que la importancia de esa recomendación radica en amparar bajo un paraguas europeo las decisiones que tome cada país al respecto, aunque, en cualquier caso, no son los Estados miembro, sino las compañías y comercializadoras privadas las que celebran esos contratos.
Estas mismas fuentes han apuntado que a eso se suma el diferente grado de entusiasmo de los países a la hora de prescindir por completo de las importaciones de gas ruso ya que no todos comparten el apetito de las posiciones «más maximalistas», como es el caso de España.
Y es que a su llegada al Consejo, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera ha reclamado a Bruselas una enfoque común sobre «cómo reducir o prohibir» las importaciones de gas ruso «cuanto antes».
Asimismo, ha recordado, sobre el paquete del gas, que esta norma incluye una disposición que permite los Estados miembro tomar medidas nacionales proporcionadas en términos de reducción de las importaciones de gas, pero preguntada por la posible activación de esta cláusula en España, se ha preguntado «¿y si lo prohíbo unilateralmente y llega a través de Francia?».
Al respecto, el viceministro de Energía de Lituania, Albinas Zananavicius, ha admitido que las grandes empresas internacionales «encontrarían el camino para eludir las disposiciones del paquete de gas», por lo que cree que la solución pasa por animar a las compañías a recurrir a diferentes opciones comerciales.
«En cuanto al paquete del gas, pensamos que sería contraproducente adoptar una posición prescriptiva porque el objetivo es deshacernos de la energía rusa, no destruir la UE», ha agregado, en declaraciones a un pequeño grupo de medios entre los que se encontraba Europa Press.
De cara a los próximos pasos, Zananavicius ha celebrado que varios Estados miembro hayan apoyado su petición y, a raíz de ello, la presidencia belga del Consejo ha concluido que la Comisión debe «tomar medidas y hacer un seguimiento de los comentarios de otros países».