La Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) han advertido este miércoles de las «señales» que apuntan a un deterioro de la calidad de los activos de las entidades financieras españolas y a un «probable» empeoramiento de la misma a lo largo de 2022 que requiere «vigilancia estrecha».
Ambas instituciones apuntan en el informe que han elaborado con el apoyo del fondo europeo de rescates (MEDE) sobre la situación del sistema financiero español que el aumento de créditos reestructurados y refinanciados, en especial los créditos avalados por el Estado, justifican una mayor supervisión por su impacto potencial.
«Aunque no se ha visto un efecto precipicio significativo tras la retirada de la mayor parte de las moratorias de los préstamos, hay algunas señales de deterioro de los créditos y es probable que se registre un empeoramiento de la calidad de los activos en 2022», apunta el documento.
Bruselas y el BCE reconocen que la moratoria de préstamos «ha aliviado el impacto de la pandemia en los bancos y los prestatarios», en particular los más vulnerables, pero una vez retiradas, el deterioro del rendimiento de los préstamos ha sido mayor en España que en la UE.
Según los datos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), la tasa de préstamos dudosos (NPL) sobre préstamos con moratoria ya expirada se situó en el 6,4% a finales de junio, frente al 4.7% registrado en el conjunto del bloque.
A pesar de esto y de algunas «vulnerabilidades e incertidumbre», el mensaje principal del Ejecutivo comunitario y el BCE es que el sector bancario español ha mantenido su «resiliencia» durante la pandemia.
La rentabilidad de las entidades financieras repuntó en la primera mitad del año gracias a la reducción de las provisiones, al tiempo que la capitalización de sector «mejoró apoyada por los beneficios retenidos y provisiones regulatorias».
Aun así, el informe subraya que los bancos españoles siguen teniendo algunos de los ratios de capital más bajos de la UE, algo que se explica también por el uso «menos frecuente» de modelos internos. «Esto justifica una vigilancia estrecha considerando el probable deterioro de la calidad de los activos una vez que las medidas de apoyo a los prestatarios y otras son completamente retiradas», reiteran las dos instituciones.
La Comisión Europea y el BCE han elaborado este informe tras mantener en octubre reuniones virtuales con las autoridades españolas en el marco del programa de supervisión posterior al rescate bancario de 2012.
Ambas instituciones seguirán supervisando los bancos españoles hasta que España haya devuelto al menos el 75% del préstamo de 41.300 millones que recibió entonces. Hasta la fecha, el Estado ha devuelto 17.600 millones de euros al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el 43% del total.