Las empresas, por contra, destinaron un 6,7% más de su renta a ‘sociedades’
¿Excesivo optimismo? Esa es la pregunta que suscita la lectura de los datos sobre la Contabilidad Nacional Trimestral de España. El análisis deja margen a cuestionarse si realmente estamos ante una recuperación sostenible. Según el INE (Instituto Nacional de Estadística) durante el cuarto trimestre de 2014 los hogares españoles pagaron un 1,9 por ciento menos en concepto de impuestos sobre la renta y el patrimonio. Un dato que, por su parte, no confirma la Agencia Tributaria (AEAT), desde donde insisten con rotundidad en que la recaudación de 2014 por IRPF «aumentó, y bien, con respecto al año pasado». De hecho y según informan a Diario Financiero fuentes de la Agencia Tributaria, a efectos de Caja la recaudación «es positiva, tanto en el balance anual como en el del último trimestre».
Una divergencia que tendría su explicación en el hecho de que en el cómputo de la IGAE (Intervención General de la Administración del Estado), «la recaudación por renta y patrimonio supone aproximadamente las tres cuartas partes del total, y se computan otros ingresos como las tasas e impuestos locales».
Una menor recaudación que dañaría unas arcas que se vieron también mermadas por el incremento del volumen de prestaciones percibidas en los hogares durante el cuarto trimestre, un 3,7 por ciento más que en el mismo periodo de 2013. Cifra que, por otra parte, se compensaría con el 2,3 por ciento de evolución en el montante neto de cotizaciones sociales pagadas.
En la parte contraria, están las empresas, cuya mayor facturación se tradujo en un mayores aportaciones al fisco. Nuestras sociedades destinaron un 6,7 por ciento más de su renta disponible a pagar el Impuesto de Sociedades. La mejora del empleo también se refleja en la recaudación por cotizaciones sociales, un 2,3 por ciento superior a la del último trimestre de 2013.
La renta disponible de las empresas empeora un 4,1 por ciento
Las noticias para las empresas, en cuanto a su renta disponible, también se dibujan en línea descendente. La renta disponible de las empresas cayó un 4,1 por ciento los tres últimos meses del año pasado, hasta los 44.451 millones de euros, lo que se debe, en parte, a que las empresas pagaron un 4,9 por ciento más de intereses y dividendos. Si bien, este descenso de la renta disponible podría tener una lectura positiva, ya que el volumen de inversión de las sociedades no financieras se elevó un 19,6 por ciento más (44.500 millones) que en mismos trimestre de 2014. Y aunque ésto reduce la capacidad de financiación de nuestras empresas en más de 8.300 millones de euros -de los 10.182 de 2013 a los 1.847 millones de 2014-, el resultado podría ser una mejora tanto en volumen como en calidad de producción de nuestras empresas, que a la larga revertiría en mayores retornos.