CaixaBank registró un beneficio neto de 704 millones de euros entre enero y marzo de 2018, lo que supone un aumento del 74,7% en comparación con el mismo periodo del año pasado (403 millones de euro).
Según informó este viernes la entidad, “los principales factores que han impulsado este crecimiento han sido la fortaleza de los ingresos ‘core’ (margen neto de intereses (+4,3%), comisiones e ingresos del negocio de seguros), la reducción de las dotaciones a provisiones y los mayores ingresos de participadas”.
La contribución a resultados del negocio de su filial portuguesa BPI asciende a 40 millones (cuando fue de 22 millones en febrero y marzo de 2017). Si se tiene en cuenta la aportación de las participadas de BPI, la contribución total del banco portugués asciende a 169 millones.
Además, los ingresos de la cartera de participadas se sitúan en 271 millones, cuantía que incluye los resultados de las entidades valoradas por el método de la participación y los ingresos por dividendos.
CRÉDITO Y DEPÓSITOS
Los recursos de clientes se situaron en 351.420 millones de euros (+0,6%), y el crédito a la clientela total se moderó a 223.249 millones (-0,3%).
En concreto, el crédito para la adquisición de vivienda, según CaixaBank, “continúa marcado por el desapalancamiento de las familias, siendo la nueva producción inferior a las amortizaciones”.
El crédito a particulares para otras finalidades aumentó un 0,4% en el trimestre, impulsado por el crédito al consumo, que en España se elevó un 5,3%.
En lo que se refiere a banca digital, CaixaBank mantiene una cuota de penetración del 33%. Además, el 56% de los clientes son digitales e imaginBank (su banca sólo móvil) superó el millón de clientes dos años después de su lanzamiento.
En cuanto a la solvencia, el Grupo CaixaBank alcanzó una ratio ‘Common Equity Tier 1’ (CET1) en términos ‘fully loaded’ del 11,6%.