El Grupo CaixaBank obtuvo en el primer semestre un beneficio atribuido de 622 millones de euros, lo que supone un descenso interanual del 52,1% que se explica por los costes extraordinarios incurridos por el ajuste acordado en la plantilla, que supondrá la salida de 2.023 personas.
Las salidas indemnizadas le han supuesto un gasto de 978 millones, que si no existiesen habrían permitido al resultado alcanzar los 1.307 millones y crecer un 0,7%, mientras que elevaría la rentabilidad sobre activos tangibles (ROTE) al 9,4%, detalló este viernes en banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Otras partidas que minoran el resultado tienen que ver con que el pasado año sumó 312 millones que no se han repetido al no anotarse ahora resultados en Repsol tras el acuerdo de venta de su participación, y por la reclasificación contable que efectuó de BFA, el banco de Angola de BPI.
Ambos extraordinarios hacen que ahora los resultados registrados en el epígrafe de entidades valoradas por el método de la participación caigan un 58,4% interanual, hasta 294 millones, en lugar de subir un 9,4% como ocurriría sin dichos atípicos.
En lo que respecta al negocio puro bancario y de seguros, se situó en 295 millones de euros, con un incremento del 21,4% sin excluir el efecto del acuerdo laboral. La entidad superó, por primera vez, los 600.000 millones en volumen de negocio, partida que creció un 4,9% gracias a que los recursos aumentaron un 6,2% y el crédito a la clientela bruto un 2,7%.
El reflejo en la cuenta de esta marcha de la actividad es que el margen de intermediación subió un 1,9% y se situó en 2.478 millones, principalmente por el aumento en los ingresos por crédito y los menores costes de financiación.
Sin embargo, la progresión de los ingresos core –margen financiero y comisiones- se limitó al 1,5% porque la recaudación por comisiones registró un descenso del 3,5% interanual, hasta 1.248 millones, impactada por menores operaciones singulares en banca de inversión.
En términos de negocio, Caixabank resaltó que los recursos de clientes ascendieron a 380.864 millones de euros y se incrementaron un 6,2% en comparativa interanual, con expansiones del 9% en el saldo en ahorro a la vista, por el efecto estacional de las pagas dobles y por haber superado los 4 millones de nóminas domiciliadas.
En los activos gestionados fuera de balance creció al 4% en el volumen de activos ligado a contratos de seguros, mientras que el patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y sicavs rozó los 66.513 millones (+3,1%) y en planes de pensiones se situó en 31.686 millones (+7,7%).
En cuanto a la evolución del 2,7% en el crédito bruto el banco destacó el aumento del 5,8% en la financiación a particulares, impulsado por el crédito al consumo (+8,2%), y mientras que la financiación a empresas aumentó un 4,3%.
La expansión del negocio se produjo en paralelo con una mejora en la calidad de los activos, ya que redujo en 46 puntos básicos la morosidad y situó su ratio en el 4,2%. Los saldos dudosos cayeron en 581 millones en el semestre, hasta los 10.402 millones, y la cartera de activos adjudicados se situaron en 863 millones, con una subida de 123 millones en el año.
En cuanto a la solvencia, el ratio de capital más exigente CET1 se situó en el 11,6%. Por otra parte, la entidad indicó que acelerará el plan estratégico para tener ya en junio de 2020 las 600 megaoficinas Store.