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Caixabank y Bankia cifran en 2.200 millones los costes para su reestructuración y para romper alianzas

Caixabank y Bankia estiman en 2.200 millones de euros el coste que tendrán que asumir en ajustes de plantilla y red a fin de reducir duplicidades en el grupo que nazca de su fusión y también para romper alianzas de negocio de la filial de BFA, entre las que figuran su histórico acuerdo con Mapfre en seguros o el más reciente para el crédito al consumo con Crédit Agricole.

Así lo detallaron José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia y que ejercerá igual rol en el futuro banco fusionado; y el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Cortázar, quien será el primer ejecutivo con responsabilidad sobre el negocio.

Gortázar fue claro al detallar que la ‘joint venture’ de Bankia y Mapfre no tiene cabida en el nuevo grupo ya que Caixabank cuenta para seguros de Vida con VidaCaixa y para coberturas en riesgo generales con SegurCaixaAdeslas, que extenderán su perímetro de actuación a la red que incorporen del banco. Tampoco ve recorrido a la ‘joint venture’ o sociedad conjunta que Bankia lanzó para hacer crédito al consumo en puntos de venta con Crédit Agricole.

Goirigolzarri subrayó a su vez la “maravillosa” relación que ambos socios han tenido con Bankia, confiado de que mantendrán relaciones cordiales ya que la extinción de sus acuerdos se plantea al no tener “encaje” en el futuro grupo.

De hecho, el proyecto de fusión contempla que el nuevo banco sea capaz de incrementar sus ingresos en hasta 290 millones de euros anuales en un plazo de cinco años extendiendo a toda la red las mejores prácticas con el negocio y elevando la venta de ambos productos en la órbita de Bankia. Del total, 215 millones esperan obtenerlos por una introducción superior del negocio de seguros de vida y gestión de activos en Bankia y 75 millones en el resto de seguros.

De forma adicional prevén sinergias de 770 millones en ahorro de costes anuales, con la expectativas de que ya se alcancen el 90% de ellos en el año 2022 e íntegramente en el 2023. Se presume que su recaudación procederá de economizar en costes laborales, con un ajuste de las redes, plantillas y estructuras que resulten redundantes.

Ambos banqueros eludieron entrar a detallar cómo podrían ser las duplicidades y excedencia potencial en trabajadores y sucursales, alegando que ambos bancos caminarán todavía unos seis meses y no será hasta que la fusión esté jurídicamente cerrada hasta que se aborde la situación con los sindicados.

Gortázar garantizó que se buscará una solución negociada con los sindicatos como en anteriores procesos de fusión tanto en Bankia como en Caixabank, descargando procesos “traumáticos”. Apuntó además la intención de abordar el excedente de plantilla con propuestas “creativas” y novedosas, “donde todo el mundo gane”.

En concreto, ambos banqueros deslizaron que ya se baraja ayudar al personal en su recualificación para que adquieran competencias que le permitan efectuar otro tipo de tareas.

Lo que sí descartaron de plano es que se produzcan cierres agresivos en poblaciones que impliquen riesgo de desbancarización. Gortázar defendió que tanto Bankia como Caixabak tienen “vocación” de estar presentes en la España rural para evitar esas situaciones como lo prueba que en 290 municipios sólo estén alguno de ambos bancos. “Somos muy conscientes de esa necesidad de no desbancarizar España. Vamos a cumplir con ese compromiso”, garantizó, afirmando que hacerlo “sería un error”. “Sería tirarnos un tiro a nosotros mismos”, agregó.

Ambos banqueros aseguraron que la combinación de Bankia y Caixabank es la mejor opción posible para hacer una entidad más fuerte de cara a la crisis y para enfrentar el desafío que supone la creciente competencia, detallado que en España ya operan más de 350 ‘fintech’ y, entre ellas, figuran bancos tecno.

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