La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha admitido que tiene «dudas» de que fijar un porcentaje máximo de trabajadores temporales en las empresas sea «una buena solución».
«Hay muchas empresas, sobre todos las grandes, que están por debajo de ese porcentaje. Y además, cada sector productivo tiene unas determinadas características», ha explicado la vicepresidenta en una entrevista en el programa ‘Al Rojo Vivo’, de La Sexta, recogida por Europa Press.
Aunque no hay discrepancia alguna sobre abordar el problema de la temporalidad en las negociaciones sobre la reforma laboral que actualmente están en marcha entre Gobierno y agentes sociales, sí que existen distintos puntos de vista sobre las opciones para atajar el asunto. «Hay distintas opciones y tenemos que ir analizándolas con la cabeza fría y pensando en el objetivo que tenemos», ha remarcado la vicepresidenta.
Lo que está claro es que a final de año se tiene que haber adoptado el paquete «equilibrado» de medidas vinculadas a la reforma laboral. «Espero que haya acuerdo en las próximas semanas», ha apuntado la ministra, tras recordar que se han intensificado los contactos para tal fin, con dos reuniones a la semana.
«Espero que tanto sindicatos como empresarios se suban al proyecto. Están de acuerdo con la hoja de ruta y veo una actitud constructiva y responsable», ha enfatizado Calviño.
Precisamente este mismo miércoles, la mesa de diálogo social sobre reforma laboral, en la que están representados Gobierno y agentes sociales, se reúne para continuar negociando un texto que genere el mayor consenso posible entre las partes.
Este encuentro se produce después del acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo y los sindicatos, del que se ha descolgado la CEOE, para subir las cotizaciones sociales durante diez años a partir de 2023 con el fin de sufragar el mayor coste que implicarán en el futuro las jubilaciones de los ‘baby boomers’.
Pese a esto, la responsable económica del Gobierno espera que haya un diálogo social productivo y que las distintas medidas que se quieran impulsar se acuerden con sindicatos y empresarios. «Esta vez no ha podido ser, pero confío en que de aquí a final de año los distintos acuerdos, tengan un carácter tripartito», ha insistido la ministra, tras asegurar que, en su caso, mantiene un contacto constante con la patronal.
Sobre la reforma de pensiones, Calviño ha defendido el acuerdo sobre el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que permitirá «rellenar» la hucha de las pensiones y tener colchón para el futuro. «Lamento que la CEOE no haya visto con claridad que tenía que sumarse a apoyar una medida que es responsable y justa», ha remarcado.
De cara al próximo año, la vicepresidenta primera ha señalado que se seguirán las recomendaciones del Pacto de Toledo sobre reflexionar si el sistema de cotización se corresponde con las carreras profesionales actuales. «El mundo ha cambiado, las carreras no son lineales, cambiamos de trabajo y no está claro que los mejores sueldos sean los de los últimos años», ha explicado.
En este sentido, habrá que ver si se establece un número de años diferentes y, por ejemplo, se excluyen los peores años cotizados. «Hay distintas opciones y lo vamos a abordar con el diálogo social, tranquilamente y con cuidado y veremos si hay o no que cambiar las cosas», ha señalado, sin aclarar si el Gobierno ampliará el cálculo de las pensiones.
Niega que haya «riesgo» de apagón en España ni problemas de abastecimiento general
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha afirmado que no hay ningún riesgo posible de un apagón en España ante el incremento de precios de la energía, ni hay ninguna perspectiva de desabastecimiento general por los ‘cuellos de botella’ en las cadenas de suministros, que actualmente afectan a nivel global.
Así de tajante se ha mostrado la responsable económica del Gobierno tras ser preguntada en el programa ‘Al Rojo Vivo’, de la Sexta, por las imágenes vistas estos días de ciudadanos comprando camping gas y linternas ante un posible apagón, así como por el miedo a un desabastecimiento general por los problemas en las cadenas de valor en todo el mundo.
Lo cierto es que en materia energética ya los gestores de las infraestructuras gasista y eléctrica, Enagás y Red Eléctrica Española, han descartado que vaya a haber problemas de suministro con ambas fuentes de energía en España durante este otoño e invierno.
«Cualquier persona que comprenda un poco cómo funciona el mercado sabe que no hay riesgo de apagón y además desde el Gobierno nos estamos asegurando de que va a haber un suministro de gas que nos permita estar más seguros en este sentido», ha remarcado la ministra.
Respecto a los ‘cuellos de botella’, la ministra ha admitido que es un tema que le preocupa, ya que sobre todo está afectando a la industria de la automoción en España y a otro sectores productivos. Ahora bien, esto no significa que vaya a haber una falta de suministros en general.
«Estamos hablando de que la producción de automóviles está al ralentí o de que puede haber otros productos que no tengan la misma agilidad en el suministro, pero no tenemos ninguna perspectiva de ningún problema de abastecimiento general», ha explicado.
SOBRE EL ALZA DE LA INFLACIÓN: «NO DEBE SORPRENDERNOS»
Sobre el alza de la inflación, Calviño ha insistido en que, aunque lo seguirá de cerca por si se convierte en un proceso estructural, su incremento no debe sorprender, ya que se ha juntado la subida precios de la energía por el gas y el efecto base de que se compara con 2020.
En este sentido, ha compartido la tesis de diferentes organismos que aseguran que el fenómeno es transitorio y se espera que se alargue hasta la primavera del próximo año.
«ESPAÑA PREVÉ REDUCIR DÉFICIT Y DEUDA EN 2021»
Ante las continuas rebajas de organismos de las previsiones para España, Calviño ha argumentado que actualmente se vive «un momento complicado» para hacer estimaciones, ya que se han producido cambios importantes y se han llevado a cabe medidas sin precedentes que tienen impacto.
Pese a este «carrusel» de revisiones al alza y a la baja, la vicepresidenta ha defendido la prudencia de sus estimaciones, que permiten cumplir con los objetivos de reducir el déficit y la deuda incluso en un escenario macroeconómico menos favorable.
Todo ello en un día en el que se ha conocido que la deuda del conjunto de las administraciones públicas ha alcanzado en septiembre un nuevo máximo histórico tras registrar un incremento del 0,9% respecto al mes anterior, hasta alcanzar los 1.432.301 millones de euros, el 122,1% del PIB, según los datos publicados por el Banco de España.
El Ministerio de Asuntos Económicos asegura que, a pesar de este nuevo récord y de haber superado el 122% del PIB, la deuda pública cerrará el año en el 119,5% del PIB, el objetivo oficial del Ejecutivo.
Así, explica que en el último trimestre del ejercicio se reducirá el ritmo de emisiones de deuda pública y además se producirán dos amortizaciones importantes, una que se ha realizado en octubre por importe de 20.329 millones de euros, y otra adicional en noviembre por 6.254 millones.