La Cámara de Comercio de España ve «normal» el notable repunte del PIB del 16,7% registrado en el tercer trimestre, al ser un «efecto estadístico» tras la parálisis económica y el confinamiento de la población del segundo trimestre, si bien estima que se reducirá un 14,3% en el conjunto del año, sin descartar que pueda ser aún más intenso.
Así lo señala el organismo cameral en una nota sobre el avance de la Contabilidad Nacional trimestral publicado por el INE, que refleja un alza del PIB de 16,7% en el tercer trimestre, con una caída interanual del 8,7%, frente al descenso del 21,5% entre abril y junio.
El organismo explica que este «notable» repunte trimestral del PIB puede considerarse «normal» tras la parálisis económica y el confinamiento del segundo trimestre para frenar la pandemia, y señala que la reducción de la aportación negativa de la demanda nacional al PIB (-7,8 puntos en el tercer trimestre frente a -18,8 puntos en el segundo) se debe a la mejoría del consumo de hogares y la inversión.
A su vez, resalta que la demanda externa también redujo su aportación negativa (-0,9 puntos, frente a -2,7 puntos) por las exportaciones, que aumentaron un 34,3% respecto al segundo trimestre, pese a caer un 17% interanual.
Tras el «efecto estadístico» que ha impulsado el crecimiento del PIB durante el tercer trimestre del año, señala que se esperaba que en el cuarto trimestre la tendencia continuara, pero la llegada de la segunda ola de la pandemia en España está obligando a aplicar nuevas restricciones de actividad y movilidad, lo que «previsiblemente, tendrá un efecto adverso en la actividad económica del cuarto trimestre».
En este «complicado» contexto, la Cámara de Comercio de España considera que el PIB se reducirá un 14,3% promedio en el conjunto del año 2020, sin descartar que ese deterioro pueda ser aún más intenso si la situación sanitaria mantuviera su tendencia actual hacia un empeoramiento.
Asimismo, estima que el empleo podría caer un 8,7 % de media anual, aunque la tasa de paro podría mantenerse contenida debido a la extensión de los ERTE hasta el 31 de enero de 2021.
PIDE CONSENSO
«La situación es muy complicada y, en este entorno, el diálogo y el consenso entre las principales fuerzas políticas, económicas y sociales es esencial para generar la confianza que el tejido empresarial, y la sociedad en su conjunto, necesitan», ha reclamado.
En ese sentido, considera que España necesita unos nuevos Presupuestos Generales del Estado que permitan aplicar «políticas ajustadas a la situación tan delicada derivada de la crisis sanitaria».
En concreto, ve necesario orientar estos Presupuestos hacia el impulso de las palancas clave para la recuperación, como son la innovación, la digitalización, la internacionalización, la reindustrialización o el emprendimiento, evitando medidas que supongan barreras.
A su juicio, es el momento de aprovechar la oportunidad para incentivar la actividad productiva, teniendo en cuenta que ninguna empresa que sea viable debe quedar atrás. «Los Presupuestos tienen la obligación de acompañar las necesidades de las empresas y los sectores en un momento de enorme dificultad, sin perjudicar la propia supervivencia empresarial o la capacidad de recuperación por un aumento inconveniente en la presión fiscal», ha defendido.
También cree que los PGE deberían contribuir a afianzar las reformas estructurales que necesita el país, vinculadas a la mejora de la productividad, la reducción del paro estructural, y afrontar los desafíos asociados con el envejecimiento de la población, el incremento de la desigualdad y el cambio climático.
En paralelo, ve preciso planificar una estrategia de saneamiento de las cuentas públicas que permita, a medio plazo, reducir el endeudamiento y el déficit que en esta situación de emergencia se han elevado notablemente.