El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, atribuyó hoy a un intento de “proteger” a la monarquía que el Rey no vaya a estar este viernes en Barcelona en el acto de entrega de despachos a la nueva promoción de jueces, que tradicionalmente preside el jefe del Estado, pero que este año estará encabezado por el responsable del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes.
En declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Servimedia, Campo reconoció que es “importantísimo” que el monarca esté en un acto “tan emotivo” como la entrega de credenciales a los nuevos jueces, pero señaló que “hay momentos en que hay que sacrificar algo en pro de algo más seguro”.
Explicó que “en la mente de todos están toda una serie de circunstancias y variables” que recomendaban que el Rey no estuviera este viernes en Barcelona, en posible referencia a las tensiones con los partidos independentistas y cuestiones concretas como que en breve se conocerá si el Tribunal Supremo confirma la condena de inhabilitación al presidente de la Generalitat, Quim Torra.
“Creo que la mayor obligación que tiene el Gobierno es proteger las instituciones y sin duda la monarquía lo es”, dijo el titular de Justicia, quien, sin embargo no quiso confirmar abiertamente que la decisión sobre la ausencia del Rey en la capital catalana la ha tomado el Ejecutivo.
“PAQUETE DE RAZONES”
“La decisión se ha tomado analizando todas las variables y la toma que la tenía que tomar”, indicó Campo, quien dijo que coincide con la vicepresidenta Carmen Calvo en que “sin duda” se trata de una resolución acertada.
Añadió al respecto que la medida se ha adoptado teniendo en cuenta “muchas variables” y “todo un paquete de razones”, aunque pidió “dar normalidad” a cuestiones como ésta y no suscitar “incendios” al respecto.
Afirmó que con la ausencia este viernes del Monarca en la entrega de despachos a los nuevos jueces “no hay ruptura de nada” y negó que esto suponga una victoria de los independentistas. Sostuvo que los hechos son lo determinante y que las “consecuencias” que cada uno quiera extraer de los mismos “son gratis”.
Sobre el anuncio de que la semana que viene se empezarán a tramitar las peticiones de indulto a los condenados del ‘procés’, el ministro anegó que esta medida esté condicionada por la tramitación de los Presupuestos del Estado para 2021. Aseguró que partidos como ERC o JxC no conocían lo que iba a anunciar, aunque le parecería “maravilloso” que el inicio del análisis de los indultos tuviera un “efecto trasversal a un conflicto político”, aunque insistió en que no se buscaba ningún objetivo de este tipo.
REACCIONES “DESMEDIDAS”
Asimismo, señaló que “en absoluto” desde el Gobierno se le encargó hacer este anuncio como forma de ayuda a las cuentas del Estado y lamentó las “reacciones absolutamente desmedidas” que se produjeron este miércoles sobre este asunto.
A este respecto criticó que desde la oposición se sembraran “dudas” y se sugirieran intenciones “sucias” y “oscuras” en esta tramitación de los indultos, cuando analizar estas peticiones es una “obligación legal” y dada a “trascendencia pública” de la cuestión era conveniente anunciarlo en un “sitio razonable” como es el Congreso de los Diputados.
Por otra parte, Campo dijo que le “preocupa” que el teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas, haya dicho que sus compañeros Consuelo Madrigal y Fidel Cadena intentaron influirle para que consultara a la Junta de Fiscales sobre si informar a favor o en contra de aceptar a trámite las querellas contra el Gobierno por la gestión de la pandemia del Covid-19.
Según el ministro, no es bueno que se hagan público unas diferencias que “cuestionan” el “modelo de unidad de acción” de la Fiscalía, aunque dijo que hay “mecanismos” para aclarar esa situación, en referencia a que se haya anunciado que se investigará si es cierto que Madrigal y Cadena realizaron esas presiones.