Carla Royo Villanova creó, en 2008, su propia línea de cosmética natural “Carla Bulgaria Roses Beauty” creada a partir de esta flor cultivada en el país de su familia política. Le está costando sacar su negocio adelante, aun da pocos beneficios. Cree que los políticos deberían usar agua de rosas para transmitir mejor sus mensajes.
¿Te gustan las medidas del Gobierno de Rajoy?
En general, no. Para salir de la crisis lo primero que hay que hacer es crear trabajo y las medidas no están funcionando. No se está fomentando el consumo porque con tantos impuestos la gente está más agobiada que nunca y si no se consume habrá pymes que cerrarán y autónomos que no podrán trabajar.
¿No hay ninguna que te guste?
No. Pero si tengo que elegir me gustan algunos puntos de la reforma laboral donde se premia el esfuerzo.
¿Cómo ves la piel de los políticos? Enjevecen rápido en el poder
Los políticos se cuajan, (risas) ser político no es fácil. Soy consciente de solucionar los problemas no es sencillo, debe estresar y es normal que se deterioren, pero está en su sueldo. Podrían tomar medidas cosméticas, el agua de rosas es genial para descongestionar, quitar las bolsas, ilumina la piel y no tardarían nada en usar un poco cada día. Quizá transmitirían mejor sus mensajes.
¿Veremos a una presidenta del Gobierno?
Me encantaría. Creo que las sociedades gobernadas por mujeres funcionan mucho mejor. Pero no me mojo diciéndote ningún nombre porque tendría que conocerlas más.
¿Qué aspecto de las personas no perdonas?
La falsedad, las personas que no predican con el ejemplo, las que se permiten razonarte ideologías e ideas pero después hacen lo contrario.
¿Cómo va la empresa, Carla Bulgaria Roses Beauty?
Me está costando mucho. En la calle no se perciben cambios, nos hablan de macroeconomía, una palabra que detesto. Que salgan los grandes empresarios y banqueros hablando de macroeconomía, sinceramente… La gente que está en la calle ni sabe ni le importa la macroeconomía, lo que les importa es que tienen que llenar una nevera o pagar el día a día y no llegan.
Siempre habla con cariño del Rey Simeón de Bulgaria ¿El sentido del honor es más fácil de percibir cuando se pertenece a una Casa Real?
Claro, nacen con una responsabilidad y sí, se nota. Cuando hablo con mi suegro, siempre veo que su prioridad siempre ha sido su país. Toda su vida ha estado dedicado a Bulgaria, incluso anteponiéndo a su familia. Admiro al rey Simeón porque, aparte de su cercanía, es un ejemplo de tolerancia, lucha, esfuerzo y respeto.
La infanta Cristina ¿Se ha saltado este sentido del deber?
No sé. Lo importante es que haya transparencia y que las monarquías evolucionen con la sociedad en la que están. No sé qué es lo que ha pasado realmente, probablemente ella esté convencida tal y como dice.
Pero a la sociedad no le entra en la cabeza que esto le pase a una persona tan formada no sepa nada de esto (por el caso Nóos).
Claro, la sociedad no lo ha entendido y es lógico.
¿Cómo crees que te percibe la gente que no te conoce?
Hay de todo, pero no me importa, lo que valoro es lo que piensa de mí la gente que me conoce de verdad.
¿Por qué la gente te quiere tanto?
(Risas) No sé, porque yo también les quiero a ellos. Las energías que transmites también las recibes tú. Soy una persona cercana, me gusta ayudar, escuchar y no crear problemas, más bien solucionarlos. Duermo tranquila y soy feliz.
Eres empresaria ¿Es buena idea mezclar negocios y amistad?
Lo he hecho en contadas ocasiones. ¿Por qué no? Aunque por sistema no. En los negocios hay que tener la cabeza muy fría y no cualquier amigo sirve.
Entrevista originariamente publicada en la revista Capital, número de marzo
Fotografía. Arturo Crespo