La Generalitat ha aprobado un proyecto de ley que va a regular la creación de un impuesto que va a gravar a las operadoras de Internet en su comunidad y con el que tiene como objetivo una recaudación de 20.5 millones de euros que se van a destinar a inversiones culturales catalanas.
Ha sido un anuncio que ha hecho Francesc Homs en declaraciones a los medios y ha asegurado que va a ser un impuesto que no va a caer sobre los ciudadanos, sino que se va a tener que afrontar en solitario por las compañías que son las que pagarán un 0.25 euros al mes por cada conexión a internet que se haga en Cataluña.
Una norma contra la que se han manifestado el CTESC (Consell de Treball, Econòmic i Social de Catalunya) porque consideran que la creación de esta tasa a «un determinado sector de actividad para nutrir los fondos que se destinarán a otros sectores de actividad, dado que su creación no está suficientemente justificada». Fue un juicio emitido por el CTESC a petición del propio gobierno de Artur Mas.