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Cataluña aprueba los Presupuestos sin los votos garantizados para sacarlos adelante

 

El Govern aprobará este martes el proyecto de Presupuestos catalanes de 2022 y los llevará al Parlament sin que el Govern cuente con los votos necesarios para aprobarlos, ya que las negociaciones con la CUP, a quien el Ejecutivo catalán ha fijado como socio prioritario para las cuentas, siguen sin prosperar, mientras que el PSC y los comuns ya se han ofrecido para negociar.

Después de que el Consell Executiu apruebe el proyecto de Presupuestos en la reunión prevista a las 9.30 horas, el conseller de Economía, Jaume Giró, acudirá a las 12.00 al Parlament para entregar las cuentas a la presidenta de la Cámara, Laura Borràs.

A continuación, la Mesa y la Junta de Portavoces tramitarán los Presupuestos, Giró se reunirá con los portavoces parlamentarios y a las 13.00 presentará públicamente el proyecto de cuentas desde el Auditorio de la Cámara catalana, antes de comparecer a las 14.00 ante los medios de comunicación.

Desde que se constituyó el Govern, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y Giró se marcaron como objetivo prioritario elaborar unos nuevos Presupuestos, que consideran imprescindibles para la recuperación económica y social tras la pandemia, y tenerlos aprobados antes de comenzar 2022.

Asimismo, los socios del Ejecutivo situaron a la CUP como el único socio para aprobar las cuentas con la voluntad de tirarlas adelante con la mayoría independentista en el Parlament y Aragonès ha esgrimido en los últimos meses que aprobar los Presupuestos es la manera de poder ejecutar los compromisos a los que se comprometieron con los ‘cupaires’ en el acuerdo de investidura que alcanzaron con ERC.

Ese acuerdo de investidura incluía el compromiso de la CUP de facilitar la «estabilidad presupuestaria» pero en los últimos meses los ‘cupaires’ han ido alertando de que, a su juicio, el Govern estaba incumpliendo parte de ese pacto –Junts, que es quien negocia los Presupuestos al tener la cartera de Economía, siempre se ha desentendido de ese pacto porque no forma parte de él–, por lo que peligraba su aval a las cuentas.

Cuestiones como la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat, la candidatura Barcelona-Pirineos a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, que ERC y Junts rechazaran la moratoria al uso de balas de foam y la falta de acuerdo sobre cómo avanzar el proceso independentista han ido ampliando las desconfianzas de la CUP ante la gestión del Govern y estas advertencias se han intensificado una vez iniciadas las negociaciones.

En una entrevista reciente de Europa Press, la portavoz de la CUP en el Parlament, Eulàlia Reguant, avisó de que veía difícil llegar a un acuerdo antes del 9 de noviembre, fecha elegida para aprobar y presentar las cuentas, y expuso que muchas de las cifras que les presentaba el Govern no llegaban a las exigencias de los ‘cupaires’.

Con las negociaciones en este punto, la CUP ha anunciado este fin de semana que entre el 12 y el 14 de noviembre las Asambleas Abiertas Parlamentarias de la formación valorarán la propuesta de Presupuestos del Govern para tomar una posición y una de las decisiones a tomar en las próximas semanas será si presentan o no una enmienda a la totalidad que bloquearía la tramitación de las cuentas.

PSC Y COMUNS SE OFRECEN

Ante este escenario, en las últimas semanas el PSC ha tendido la mano al Govern para negociar los Presupuestos si las conversaciones con la CUP no prosperan porque los socialistas ven imprescindible que no se prorroguen las cuentas de nuevo, aunque no han querido avanzar cuales serían sus condiciones

Sin embargo, el Govern y los partidos que lo forman han insistido en que el PSC no es una opción y que por el momento el único socio es la CUP.

También lo han defendido cuando en los últimos días, ante la posibilidad que la CUP rechace los Presupuestos, los comuns han movido ficha y se hayan ofrecido para negociar las cuentas, como ya ocurrió en 2020.

ÚLTIMAS CUENTAS

De hecho, los Presupuestos aprobados con los comuns en 2020 son los últimos que ha habido en Catalunya, ya que el Govern de Aragonès renunció a intentar aprobarlos en 2021 porque las elecciones fueron en febrero y el Ejecutivo no se constituyó hasta mayo de este año.

Las cuentas de 2020, que se aprobaron semanas después del inicio de la pandemia aunque no incluyeran el Covid-19, fueron las primeras con déficit cero desde 2003, preveían un aumento del gasto no financiero y no finalista en 3.070 millones de euros respecto a las últimas cuentas aprobadas de 2017, y recibieron tres ampliaciones presupuestarias en 2020 con cargo al fondo Covid-19 –una de 1.230 millones en julio, una de 354 en septiembre y otra de 795 en noviembre–.

Estos aumentos se sumaron al incremento de 420 millones de euros después de que se situara la tasa de referencia del déficit para 2020 en el 0,2% del PIB y, una vez prorrogado el Presupuesto para 2021, la Generalitat también amplió este enero las cuentas con 1.800 millones procedentes del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).

Precisamente las cuentas de 2020 fueron las primeras desde 2017, tras tres años sin Presupuestos en Catalunya marcados por las consecuencias del 1-O, la declaración de independencia, el 155 y el Govern de Quim Torra.

Las anteriores, las de 2017 todavía bajo el Govern de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, son las únicas que ha aprobado la CUP y solo después de que el Ejecutivo de JxSí adquiriera el compromiso de impulsar el referéndum unilateral del 1-O.

LOS PRESUPUESTOS «MÁS EXPANSIVOS»

Por el momento han trascendido pocos detalles sobre cómo serán estos Presupuestos, que Aragonès defendió que serán los «más expansivos» de los últimos años, y solo se ha conocido que prevén incluir la gratuidad del P2, reforzarán la atención primaria, incrementarán el presupuesto de cultura en un 30%, se invertirán unos 750 millones de euros en políticas de vivienda, habrá una inversión inicial para impulsar el plan piloto para la renta básica universal y una partida para poner en marcha la energética pública.

Más allá de las condiciones de los grupos parlamentarios para aprobar los Presupuestos, el propio Giró también ha reclamado una serie de medidas al Gobierno para poder cuadrar las cuentas catalanas, como el mantenimiento de los fondos Covid-19, ya que considera que para Catalunya faltan «un mínimo de 1.500 millones».

Por parte de los agentes económicos de Catalunya, estos han insistido en las últimas semanas al Govern de la necesidad de no incrementar la fiscalidad de las cuentas en beneficio de la recuperación, a lo que Giró ha asegurado en más de una ocasión que no prevé aumentar la presión fiscal en los Presupuestos de 2022, tampoco en patrimonio ni empresas familiares, pese a las exigencias de la CUP.

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