Catalunya Caixa cerró el pasado ejercicio 2013 con un beneficio de 532,2 millones de euros, tras el impacto de los activos fiscales y de las necesarias provisiones exigidas por la regulación, frente a unas pérdidas de casi 12.000 millones de euros en 2012.

Según informó la entidad, el margen de explotación proforma fue de 167,8 millones de euros, mientras que el margen de intereses alcanzó los 500,4 millones de euros, mostrando un descenso del 2,2% a pesar de la disminución de ingresos financieros producida como consecuencia del traspaso del crédito promotor a la Sareb.

No obstante, este margen representa una mejora de un 25% respecto al previsto en el plan de negocio pactado con Bruselas. Por su parte, el resultado de explotación alcanza los 691,2 millones de euros, gracias a la mejora del margen bruto y a la reducción de los gastos de explotación en un 13,1%. La entidad cobró a sus clientes 258,7 millones de euros en comisiones en 2013, lo que supone un descenso del 15,8%.

En cuanto al capital, gracias a la política de reducción de riesgos la entidad ha logrado mejorar su ratio de capital principal hasta un 14,36%, con una mejora de 353 puntos básicos sobre el último trimestre. En el apartado de inversiones crediticias, el saldo de crédito a clientes asciende a 29.395 millones de euros.

Por lo que se refiere a recursos de clientes, el volumen total se sitúa en 37.861 millones de euros, lo que supone un descenso del 6,9% respecto al año anterior. «La fortaleza de la marca y la proximidad con la clientela han permitido el mantenimiento de los recursos de los clientes a pesar de las adversidades del ejercicio 2013, con aspectos como el canje de híbridos o el cierre de oficinas», explica la entidad.

Así, al final del ejercicio las reducciones han sido «muy moderadas», de un 2,7% en cuentas de disponible y de un 7,6% en operaciones a plazo.

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