El secretario de la sección sindical de CC.OO. en El Corte Inglés, David Tamayo, ha abogado este martes por las prejubilaciones para hacer frente al plan voluntario de bajas de hasta 3.000 empleados, de los cuales 2.500 serán trabajadores de los centros comerciales y 500 pertenecientes a los servicios corporativos.
«Sería lo más satisfactorio para todos, que fueran prejubilaciones, lo menos traumático, no tenemos los datos de todo el plan que quiere hacer la empresa, no sabemos si esta es una primera medida, si va a haber más o si lo va a enfocar a una desvinculación como hace cuatro años», ha señalado Tamayo en declaraciones a TVE.
El responsable de CC.OO. ha señalado que desde los sindicatos se va exigir a la compañía que el recorte sea lo «menos traumático posible» y, sobre todo, según ha señalado, dando a la plantilla la oportunidad de la transformación digital con formación.
«Hay que reconvertir los puestos, no eliminarlos, sino reconvertirlos, para nosotros no sobra ningún puesto de trabajo, tenemos que ver los informes técnicos de la empresa para ver exactamente su propuesta», ha indicado Tamayo, quien ha abogado además por la movilidad funcional y por el relevo generacional.
Asimismo, Tamayo, quien no prevé que El Corte Inglés acometa más cierres tras el del centro de Linares (Jaén) ni planteamientos de recortes de sueldos, ha abogado también por el diálogo con la empresa y ha descartado movilizaciones.
«Esperamos que no haya movilizaciones, no queremos enfrentamientos, ni huelgas, estamos por el diálogo, es un punto de partida excelente para todos», ha subrayado Tamayo, quien ha desvinculado la guerra familiar de los últimos años del plan voluntario de bajas de la empresa.
«Las guerras internas, si las hay o las ha habido, las habrá en todas las empresas. Estaba previsto la importancia del comercio ‘online’ y la digitalización de todo el sector, pero quizá no estaba previsto que fuera tan acelerado como ha sucedido a raíz de la pandemia», ha indicado.
El objetivo del plan de bajas del gigante de la distribución, dirigido a todos los trabajadores fijos de la empresa, es adaptarse a las nuevas circunstancias y adecuar los recursos de la empresa a las necesidades actuales en un contexto marcado por el Covid-19.
Este martes se creará la comisión negociadora que será la que establezca las condiciones del plan, cuya figura jurídica está por definir y entre las que podrían figurar bajas incentivadas.
La compañía ya se acogió en marzo de 2020 a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor para un total de 25.900 empleados, tras decretar el Gobierno el estado de alarma para frenar la expansión del coronavirus.
Este ERTE afectó por tanto a casi el 29% de la plantilla total del grupo, que asciende algo más de 90.000 empleados. Así, se vieron afectados 22.000 trabajadores de los grandes almacenes de El Corte Inglés, 2.000 empleados de la cadena de moda Sfera y 1.900 empleados de Viajes El Corte Inglés.
Tras decretarse el estado de alarma en España para frenar la expansión del coronavirus, el grupo El Corte Inglés se ha visto obligado a cerrar todos sus centros en España, dejando únicamente operativas todas sus áreas de alimentación y productos de primera necesidad.
El Corte Inglés regresó al resultado bruto de explotación (Ebitda) positivo en el segundo trimestre de su ejercicio fiscal (entre el 1 de junio y el 31 de agosto), hasta situarse en 64 millones de euros gracias a la reapertura de tiendas y a la venta ‘online’, que registró un alza del 124% en este trimestre. La cifra de negocio consolidada durante este periodo se situó en 2.817 millones, con un beneficio bruto de 811 millones de euros.